¿Por qué siento la boca seca y amarga en el embarazo?

Durante el embarazo pueden experimentarse molestias que son muy comunes
Una de ellas es sentir la boca seca y amarga debido a los cambios hormonales
Los cambios hormonales que se producen en el embarazo son la causa de muchas de las molestias que experimentan las mujeres durante la gestación. Una de ellas es sentir la boca seca y amarga, algo que es bastante común pero de lo que muchas veces no se habla.
En principio no se trata de algo grave y puede solucionarse con facilidad, ya que suele deberse a una falta de hidratación que revierte aumentando la ingesta de líquidos. Pero no podemos pasarlo por alto, ya que puede ser un síntoma de otras complicaciones que sí requieren atención médica. Te contamos qué es, por qué se produce y cómo lo puedes solucionar.
La boca seca durante el embarazo
Este síntoma común del embarazo suele manifestarse en el primer trimestre de gestación. Si sientes la boca seca y con un sabor amargo, lo más probable es que se deba a una disminución de saliva causada por las alteraciones hormonales propias de esta etapa. Una correcta producción de saliva es necesaria por muchos motivos, no solo porque su falta resulte incómoda. La saliva sirve de ayuda en el proceso de digestión de los alimentos, favorece la fluidez del habla y, sobre todo, tiene una función antibacteriana y antifúngica esencial para evitar infecciones.

Conocido como “síndrome de boca seca” o “xerostomía”, esta afección oral del embarazo suele intensificarse por las mañanas, nada más despertar, ya que durante la noche disminuye la producción de saliva y se agrava la sensación de sequedad y el malestar que produce.
Otros síntomas de la boca seca
La sequedad de la boca es, posiblemente, el síntoma más reconocible de esta afección del embarazo, pero no es el único. Como ya hemos señalado, en muchos casos viene acompañado de un sabor amargo o metálico, que puede resultar bastante molesto. Además, puedes experimentar algunos de estos síntomas:
- Dificultad al tragar.
- Labios agrietados.
- Mal aliento.
- Lengua blanquecina.
- Dificultad o faltad de fluidez al hablar.
- Indigestión.
- Afonía o ronquera.
- Dolor de cabeza.
- Sequedad en la nariz.
Qué causa el síndrome de la boca seca
La principal causa de la xerostomía o síndrome de la boca seca es la deshidratación, porque los cambios hormonales que se producen durante el embarazo provocan una necesidad de agua mayor de lo habitual. Y es que, efectivamente, las necesidades de líquidos aumentan en la gestación porque el agua es esencial para el correcto desarrollo del bebé.
Si hay deshidratación, aumenta el riesgo de parto prematuro o defectos de nacimiento, por lo que debes prestar atención a este punto. Sentir sequedad en la boca es uno de los síntomas, pero hay otros que no debes pasar por alto, como orinar de color amarillo oscuro, sentir sed extrema, fatiga, sofocos o mareos.
Otras causas importantes
Aunque la deshidratación es la causa más habitual, es importante no pasar por alto la sensación de boca seca para descartar otras complicaciones:
- Candidiasis: el hongo Candida albicans es un microorganismo que todos tenemos en la boca, pero puede proliferar durante el embarazo por una bajada de defensas y es necesario tratarlo.
- Problemas para dormir: muchas embarazadas tienen problemas para conciliar el sueño y descansar bien por la noche, a veces por problemas respiratorios como la apnea o los ronquidos. Cuando esto ocurre es normal despertar con la boca seca.
- Cambios hormonales: a veces causan un estrechamiento de las fosas nasales, que dificultan la respiración por la nariz y causan la sequedad de boca. Esto se agrava si la mujeres es fumadora, tiene sobrepeso o amígdalas agrandadas.
- Diabetes gestacional: esta patología propia del embarazo supone un peligro tanto para la madre como para el bebé. Aunque suele desparecer tras dar a luz, debe realizarse un correcto seguimiento médico.
Cómo tratar la boca seca en el embarazo

Para tratar la boca seca durante el embarazo es esencial determinar el problema de salud que hay detrás. Así el médico podrá determinar la mejor manera de abordar esta afección y sus causas. Cuando el motivo es la falta de deshidratación o para aliviar los síntomas pueden ayudarte estos gestos:
- Beber entre dos y tres litros de agua al día. Ayúdate llevando una botella siempre contigo.
- Chupar hielo, a trozos pequeños, para mantener la boca húmeda.
- Utilizar un humidificador, sobre todo por la noche, aunque por el día puedes instalarlo en el salón o la estancia de casa en la que más tiempo pases.
- Mantener una correcta higiene bucodental que incluye, además del cepillado, hilo dental y enjuagues recomendados por el especialista dental.
- Seguir una alimentación rica en alimentos vegetales, evitando los alimentos ultraprocesados, con exceso de sal y/o azúcar.