Melani Olivares tenía 18 años cuando se enamoró de un médico "negro, de padre haitiano", que tenía 32 años. Durante los tres años que duró su relación la pareja vivió en Nueva York, lugar en el que él era acusado de ser "un asaltacunas" por estar con una "blanca, joven y mona".
Ella había cumplido la mayoría de edad, pero parecía "mucho más pequeña". Durante su relación sufrió un aborto y se mudaron a Los Ángeles y después a España, el país de la actriz en el que decidió romper con su relación. "Yo sabía que eso no iba a funcionar. No porque fuera mayor, sino porque él me aburría. Lo hice con amor, pero yo cuando volví a España, no volví más. Le destrocé vivo. Fue un fracaso. Me comporté como una niña, que es lo que era", ha contado en una charla con Risto Mejide para el último programa de Viajando con Chester.
Poco antes de abandonarle para siempre, Melani Olivares y su pareja se casaron en Las Vegas "por intentar compensar lo que no había podido darle por no poder tener un bebé", un sentimiento de culpa que le hizo pasar por al altar. El bebé lo perdió cuando estaba embarazada de siete meses y ahora, que ya ha cumplido cincuenta y tiene tres hijos, Melani considera que igual "no era el momento" haber tenido un bebé con 18 años. "Tenemos esa extraña costumbre de juzgar, entrometernos y no dejar ser al otro como le de la gana. Si hay algo que tengo claro es que el no juzgarme a mi, ni al otro, me da la ansiada libertad que busco. Dejémonos ser…", decía la actriz en el programa citado anteriormente.
Ahora Melani Olivares tiene tres hijos. La actriz se estrenó en la maternidad hace poco más de 15 años con la adopción de Martina. "Yo quería ser madre, tenía 33 años y no tenía pareja. No me apetecía compartir ese momento de maternidad que yo deseaba con alguien que no estaba. Entonces decidí empezar los trámites de adopción. Es la mayor experiencia que he tenido nunca, aunque fue complicado porque fueron dos años de espera en los que tú te reafirmas en tu deseo de su madre”, recordó en una entrevista sobre lo complicado que fue este proceso.
Cinco años más tarde llegaba a esta "familia diferente", que es como ella misma la describe, Manuela, su segunda hija, fruto de su relación con Javier Rojas. Poco después del nacimiento de esta niña completó su familia con el pequeño de la casa, Lucho, que actualmente tiene cuatro años, nacido de su historia de amor con Gorka González.