¿Por qué practicar yoga es un tipo de ejercicio recomendable en el embarazo?

Hace tiempo que sabemos que estar embarazada no significa estar en reposo, ni mucho menos, a menos que exista un prescripción médica. Es decir, durante la gestación lo ideal es mantener, siempre que se pueda, una vida activa en todos los sentidos, incluyendo el ejercicio físico. Practicar yoga durante el embarazo es muy recomendable y una de las opciones que deberías barajar si deseas mantenerte en forma. Te contamos cuáles son sus beneficios, qué precauciones deberías tener y cuándo está contraindicado

Beneficios del yoga en el embarazo

Hay quienes consideran que el yoga es el mejor ejercicio que puedes hacer si estás embarazada, por los numerosos beneficios que reporta. Los más destacados para animarte a coger tu esterilla son los siguientes:

  • Te ayuda a mantener una buena salud mental, algo esencial durante el embarazo, que puede causar alteraciones en el ánimo de la futura mamá.
  • Es una disciplina en la que los ejercicios se realizan sin impacto, algo esencial para evitar riesgos en el embarazo.
  • Puedes tonificar la musculatura de todo el cuerpo, algo que te beneficia durante el embarazo, pero también en el parto y en el postparto.
  • Mejora la postura corporal y reduce los dolores de espalda.
  • Ayuda a conciliar el sueño por las noches.
  • Hay quienes afirman que puede reducir las probabilidades de cesárea y el dolor durante el parto. 
  • Algunos estudios concluyen que practicar yoga dos veces por semana refuerza el sistema inmunológico

Precauciones al practicar yoga durante el embarazo

Aunque la recomendación de los expertos es que durante el embarazo se debe realizar ejercicio físico, también lo es que antes de elegir una actividad es fundamental consultarlo con el médico. Es quien mejor nos puede asesorar teniendo en cuenta el tipo de embarazo, nuestra forma física y estado de salud. Si te decides por el yoga y tienes el permiso del médico, estas son las precauciones que debes tener: 

  • Busca una clase de yoga dirigida a embarazadas, en la que todos los ejercicios estén enfocados al bienestar de la mujer y el feto. 
  • Cada postura debe ser realizada con comodidad y sin forzar tu cuerpo. Si te cuesta respirar o no puedes hablar mientras practicas una postura, reduce el nivel de esfuerzo.
  • No practiques yoga a alta temperatura, como el Bikram, ni ningún otro ejercicio que no se realice en un espacio con ventilación.
  • Si el algún momento sientes mareo, pérdida de visión, dolor abdominal, reducción del movimiento fetal, debilidad muscular… suspende la actividad y acude al médico lo antes posible.