Mitos y verdades de los alimentos prohibidos en el embarazo: un médico nos despeja todas las dudas

  • Durante el embarazo, será de vital importancia que las mujeres cuiden su alimentación

  • Tendrán que dejar de lado alimentos como los embutidos, los huevos, la cafeína y el alcohol, entre otros

El embarazo es ese momento de la vida en el que tenemos que poner especial atención a todo lo que hacemos. Especialmente, a lo que comemos. Las mujeres embarazadas deben seguir una dieta basada en alimentos naturales y evitar aquellos que suponen un riesgo para su salud y la del niño. La gran mayoría de los alimentos que las gestantes tienen que eliminar de su dieta suelen ser aquellos de origen animal.

"Sobre todo, lo que hay que evitar durante el embarazo es la ingesta de alcohol", explica la doctora Arántzazu Sebastián. "Esto puede producir malformaciones y problemas muy graves para el bebé", aclara. Además, no habrá que comer crudos y habrá que prestar atención a los pescados que contienen mucho mercurio. "En especial, al atún rojo y al pez espada", apostilla. Pero, ante todo, durante el embarazo se tendrá que llevar una alimentación cuidada para evitar diabetes gestacional y cualquier otra complicación.

Aquellas mujeres vegetarianas o veganas ya tendrán medio camino hecho. Una dieta vegana, basada en alimentos naturales, complementada con vitamina B12 y los suplementos necesarios de ácido fólico y yodo, es perfectamente adecuada. Pero, entonces, ¿cuáles son los alimentos que las embarazadas no deben consumir?

Quesos con moho

Los quesos azules como el gorgonzola y el roquefort o aquellos como el queso brie o el camembert no son recomendables para las mujeres gestantes. Son menos ácidos y húmedos y se convierten en el lugar perfecto para que las bacterias dañinas –como la listeria- campen a sus anchas. Se trata de una afección rara, pero posible; las embarazadas tienen veinte veces más posibilidades de contraerla.

Es muy importante evitar contraerla, ya que la listeria atraviesa la placenta y puede llegar al feto; esto puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal o enfermedades muy graves. Las mujeres que sigan una dieta vegana pueden consumir aquellos quesos a base de anacardos que no hayan sido fermentados y que tampoco hayan sido pasteurizados.

Huevos

Las embarazadas no pueden tomar huevos crudos o que no estén del todo hechos, ya que pueden estar contaminados de salmonela. Aunque es poco probable que este llegue a afectar al bebé sí que hará que te sientas débil y sin fuerzas, además de deshidratada. La salmonela produce diarrea y vómitos.

Carne poco hecha

La carne cruda o poco hecha puede afectar al embarazo. Esto es debido al riesgo de contraer toxoplasmosis, una infección que es causada por parásito que se encuentra en la carne y que puede producir ceguera o epilepsia en el niño. También, puede encontrarse en leche no pasteurizada o en el agua no tratada adecuadamente. Toda la carne debe cocinarse debidamente y no tiene que presentar ninguna zona roja. Además, después de cocinarla habrá que limpiar todas las superficies con las que ha estado en contacto.

Paté

Aquellos que estén hechos de hígado serán demasiado ricos en retinol –vitamina A-. Este exceso podrá dañar al bebé. Por el contrario, los patés hechos con garbanzos o verduras serán ricos tanto para el bebé como para la madre.

Pescado azul

El atún rojo, el pez espada, el cazón, lucio y la caballa real son especies de pescado graso que pueden contener una dosis alta –y peligrosa- de mercurio. Las autoridades sanitarias llevan años recomendando que se consuman otros pescados de menor tamaño como la sardina o los pescados blancos. Los azules son ricos en omega 3. Las embarazadas pueden obtener este ácido a través de fuentes vegetales como el aceite o las semillas de chía o sésamo.

Marisco crudo

Al comer marisco crudo, las embarazadas corren el riesgo de intoxicarse con bacterias y virus dañinos.

Embutidos

En cuanto al consumo de embutidos habrá que hacer una diferencia entre las mujeres que han contraído el toxoplasma gondii y las que no lo han hecho. Las que han dado negativo y que, por lo tanto, corren el riesgo de contagiarse del virus, tendrán que evitar por completo el consumo de embutidos crudos o curados. Las gestantes sí que pueden comer productos cocidos como el jamón york, pechuga de pavo o mortadela.

Cafeína y alcohol

Durante el embarazo, las mujeres deben moderar el consumo de cafeína, ya que afecta al sueño y altera el ritmo cardiaco. Además, si el embarazo es de riesgo, el médico prohibirá a la gestante el total consumo de cafeína. En cuanto al café descafeinado, se tendrá que consultar a los expertos. Las bebidas con alcohol también están terminantemente prohibidas durante el embarazo. Su ingesta aumenta el riesgo de aborto, parto prematuro y otras complicaciones. También, podrá provocar el síndrome del alcoholismo fetal. Este conlleva problemas de comportamiento, epilepsia, problemas de coordinación o dificultades de aprendizaje en el niño.

Germinados

Tras la ingesta de germinados se corre el riesgo que de desarrollar salmonela. Sucede en aquellos de soja y alfalfa. El lavado no es suficiente para garantizar su eliminación. En general, durante el embarazo, hay que poner especial atención al lavado de frutas y verduras.

Alimentos procesados

Los platos preparados que encontramos en el supermercado puede ser una opción fácil y rápida para su consumo. Pero no debemos descuidar los ingredientes que contiene. Estos suelen aportar pocos micronutrientes y demasiadas calorías, sal, grasas, así como azúcares. Además, habrá que evitar aquellos que son muy calóricos y los que presentan excesos de azúcar.