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Una de las partes más importantes de la crianza de los bebés es el colecho. Dormir juntos será muy beneficioso para los pequeños, pero eso sí, habrá que cuidar mucho cómo lo hacen y qué postura adoptan. El contacto piel con piel hará que el bebé esté calentito y podrá sufrir el llamado sicronía termal, que se produce cuando la temperatura del pecho de la madre aumenta en dos grados para calentarle.
Además, si el bebé está caliente, el pecho de la madre bajará hasta un grado. También, de esta forma la pauta de sueño del pequeño será más regular y, por tanto, tendrá unos horarios más establecidos. De esta forma, funcionará mejor su sistema inmunitario y la producción de encimas. También, será otro mecanismo para hacer que los pequeños lloren menos. Además, habrá una forma muy sencilla de calmarle; dándole el pecho.
Esto hará que el pequeño coma más y, también, será una forma de que descanse mejor. De la misma forma, está demostrado que también favorecerá a los padres. Cuanto más corto sea el despertar, más fácil será volverse a dormir. Por eso, si ambos tienen a su hijo al lado y pueden calmarlo en poco tiempo, esto será más fácil. Una vez que ya conoces todos los beneficios del colecho puede ser que te preguntes si es peligroso o si el pequeño puede adoptar alguna postura que le afecte a su salud.
En realidad, el colecho siempre será seguro si se siguen las recomendaciones de los pediatras y si se cumplen las reglas de seguridad. De esta manera, se evitarán situaciones que eviten el riesgo de asfixia del bebé. Por tanto, ¿será seguro que el pequeño se duerma boca abajo sobre el pecho de la madre?
Sí que es cierto que dormir con el bebé en el pecho puede ser algo peligroso, ya que este podría tener alguna complicación. Hacer piel con piel será algo maravilloso, pero lo mejor será siempre intentar que nos durmamos con el pequeño a un lado. Más que nada porque no sabemos qué vamos a poder hacer de forma inconsciente. Si echamos un vistazo a las noticias, nos podemos encontrar con varios casos en los que los pequeños han muerto asfixiados por dormir en esta postura.
Hasta que cumplen el año, los pequeños deben dormir sobre su espalda, boca arriba, a cualquier hora. Es decir, da igual si es una siesta o es durante la noche. También, será importante que el bebé descanse sobre una superficie firme y habrá que aumentar cualquier objeto, que pueda provocar asfixia, lejos del pequeño