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Alice Campello y Álvaro Morata están de enhorabuena. El matrimonio, muy ilusionado, anunciaba a mediados de junio que muy pronto serán uno más en la familia. "El cuarto bebé está en camino", comunicaba el futbolista en su perfil de Instagram junto a un carrusel de fotografías de la familia celebrando la buena nueva. El futbolista y la influencer siempren había mostrado sus deseos de tener una niña tras el nacimiento de Alessandro, Leonardo y Edoardo y, hace unos días, muy emocionados, compartían la ‘gender reveal’ que descubría que su sueño se hará por fin realidad: “Princesa, te estamos esperando”.
Durante este tiempo, la italiana ha ido explicando cómo está viviendo esta tercera experiencia. Este mismo viernes, por ejemplo, Alice ha reconocido a sus seguidores que está siendo mucho más dura que las dos anteriores veces. Bastante alicaída, reposada en la cama y con un paño en la frente, probablemente para bajar la fiebre, la mujer del futbolista del Atlético de Madrid explicaba que está sufriendo en este trimestre. “La niña me lo está haciendo pasar muy mal, esperemos que sea buena cuando nazca”, desea que su hija no le dé la misma guerra cuando llegue al mundo.
Tras sorprender con la inesperada noticia, la preocupación de sus seguidores giraba en torno a la evolución física que lógicamente experimentará Campello en estos nueve meses, tratándose del tercer proceso de gestación que atraviesa en menos de un lustro. Como sabemos por sus vivencias anteriores, la modelo se preocupa por cuidarse durante la gestación y el posparto. De hecho, de su primer embarazo le quedó una diástasis que le costó trabajo recuperar, pero lo logró. Aunque parece que esta vez las cosas serán diferentes.
“¿No tienes miedo de que cambie tu físico con todos estos embarazos?", quiso saber uno de sus miles de fans. Alice, que el pasado otoño tuvo un delicado problema de salud, cogía de percha esta pregunta para reflexionar sobre el asunto, ahondando en la percepción de su propia fisonomía y manifestando cuáles son sus prioridades actuales: “Por suerte hay otras cosas más importantes. Nunca voy a volver a tener mi tripa de antes de embarazada. Pero estoy feliz igualmente”, es consciente de que no pondrá mantener la figura que tenía previamente.
No obstante, la empresaria incidía en la importancia de realizar actividad física para mejorar el estado físico: "Si haces deporte puede ayudar mucho a mejorarlo, aunque hayas tenido diferentes embarazos". Alice sabe de lo que habla, pues aunque no pudo hacerlo durante su primer embarazo, que fue bastante complicado, en el segundo sí que controló sus entrenamientos y su estilo de vida con la entrenadora Crys Dyaz.