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Al mismo tiempo que nuestros hijos empiezan a descubrir la magia de la Navidad, comienzan a preguntarse por qué es exactamente esa fiesta. Lo que perciben es que se decoran las casas y las calles, hay vacaciones, se comen cosas especiales y, cómo no, hay regalos en días señalados. Pero entender el significado de lo que estamos celebrando es más complicado para ellos.
Nos corresponde a los adultos explicarles por qué festejamos la Navidad, y lo ideal es que lo hagamos de manera natural y sencilla, que les permita ir captando poco a poco todo el significado de estos días tan especiales. Es cierto que se trata de una fiesta religiosa, y que nuestra forma de contarlo será algo diferente según nuestras creencias, pero lo cierto es que no tanto, independientemente de la importancia que cada uno le dé a estas fechas.
Si sois religiosos, posiblemente tenéis claro el mensaje que queréis transmitir a vuestros hijos acerca del nacimiento de Jesús y de su propósito de traer la paz y el amor para todos. Y si no lo sois, lo cierto es que ese nacimiento es el origen de la celebración de la fiesta, así que también hay que contarlo. Lo mejor es que, al tratarse de la historia de un niño, despierta el interés en los más pequeños. Además, está rodeada de elementos que a ellos les fascinan, como el nacimiento en el pesebre, junto a un buey y una mula.
Si os gusta poner el belén en casa, es una maravillosa idea contarles esa historia utilizando las figuritas. Si no es así, podéis visitar uno de los muchos belenes que se exponen en todas las ciudades, y que suelen ser muy grandes y con muchas figuras, para contarles cómo nació Jesús y que eso es lo que celebramos estos días.
La cuenta atrás para el día de Navidad se conoce como el Adviento entre los cristianos, y comienza cuatro domingos antes del 25 de diciembre. Para los más pequeños son ideales los calendarios de adviento, que tienen 24 casillas que contienen una pequeña sorpresa. Comienza a abrirse el 1 de diciembre, y les permite vivir con una ilusión diaria la llegada de la Navidad.
Puedes encontrar muchos calendarios de este tipo con una chocolatina dentro de las casilla, aunque también podéis hacer el vuestro personalizado. Una buena idea es introducir en cada casilla una actividad relacionada con la Navidad que podáis hacer ese día. Ahí pueden ir desde poner el árbol o montar el belén, hasta tomar una taza de chocolate o cantar villancicos. ¡Les encantará!
La Navidad encierra en sí misma muchas historias que para ellos son fascinantes, y que pueden encontrar una explicación maravillosa en todo tipo de relatos. Aprovecha la programación que hay en estos días para llevarles al teatro a ver una obra infantil de temática navideña, o una película, ya sea en el cine o en el salón de casa.
El día que pongáis el árbol, cuéntale alguna leyenda sobre él (hay muchas). También encontrarás sobre la Flor de Pascua, Papá Noel o los Reyes Magos. En todas ellas hay un mensaje de amor, unido al componente mágico que conlleva la Navidad, y harán que vayan entendiendo cada vez mejor el significado de estos días tan especiales.