Síntomas, tratamientos y precauciones de los moluscos en niños, un problema muy común y contagioso

  • Los moluscos suelen aparecer en las zonas de las axilas o las piernas como unos pequeños bultos.

  • Se trata de una infección de la piel muy contagiosa, por lo que habrá que tener especial cuidado.

El molusco contagioso es una infección que produce erupciones cutáneas leves. Su aparición en la piel es similar al de las verrugas, ya que son pequeños bultitos rosados, blancos o del color de la piel. En general, suelen ser lisos y brillantes o con un aspecto perlado, además tal vez pueden aparecer con un hoyo en el centro del crecimiento.

Este tipo de infección la suele presentar los niños de entre uno y doce años, pero aún así, también puede afectar a aquellas personas que son deportistas y que tienen contacto piel con piel y a las personas con un sistema inmunitario debilitado por afecciones como el VIH, el tratamiento contra el cáncer o el uso prolongado de esteroides. Tal y como indica su nombre es muy contagioso.

Cómo se produce

La infección ocurre cuando el virus entra a través de una pequeña lesión en la superficie de la piel. Aún así, muchas personas estarán en contacto con él y no desarrollarán ningún síntoma ya que serán considerados inmunes. En quienes no son resistentes, los bultitos comenzarán a aparecer entre dos y siete semanas después de la infección. Los niños podrás contagiarse de distintas maneras: a través del contacto directo del piel con piel o a través de objetos como juguetes, prendas de vestir, toallas o ropa de cama. Una persona que tiene moluscos los podrá pasar a otras zonas del cuerpo al rascarse o tocarse los bultos y luego tocar otras partes.

Los síntomas

Al tratarse de una infección de la piel, sus síntomas son claros. Cada molusco comienza en un punto muy pequeño y concreto con un tamaño de una cabeza de un alfiler. Luego, se transformará en un bulto del tamaño de un guisante o de una goma de borrar de un lápiz. Con frecuencia, aparece un hoyo, que es donde se contiene el virus.

Estos pueden aparecer solos o con un bulto aislado, en grupos o hileras, además de en cualquier lugar del cuerpo. En niños lo más común es que aparezca en el pecho, el estómago, los brazos, piernas, la ingle, la zona genital y el rostro. Los adolescentes y adultos podrán ser contagiados al mantener relaciones sexuales y, por tanto, también aparecerán en la zona genital o en la cara interna de los muslos.

La mayoría de las personas desarrollan entre uno y veinte moluscos y el médico los identificará de forma fácil. Suelen ser indoloros, pero pueden causar hinchazón, rojez, inflamación y dolor e incluso infectarse, especialmente si se rasca. Respecto al tratamiento, en ocasiones se deja que el molusco desaparezca por sí solo a los dos o tres meses.

Los tratamientos

Sin embargo, suelen aparecer nuevos crecimientos mientras algunos ya se están yendo, por lo tanto, suele llevar un largo tiempo hasta que estos desaparecen por completo. Muchas veces los médicos llevan a cabo distintos procedimientos para que se vayan con rapidez.

Por eso, quitan el centro contagioso, apretando los bultos con unas pinzas, quitan los crecimientos congelándolos o raspándolos con un instrumento filoso, también podrán aplicar una crema o un agente químico como ácido salicílico, tretinoina, cantaridina u otro medicamento para verrugas. Además, podrán recetar un medicamente de uso oral. Estos tratamientos suelen aplicarse en adultos, ya que en los niños se les puede causar heridas, quemaduras, ampollas o cicatrices en la piel. El tratamiento será más efectivo si se comienza las primeras semanas cuando aparecen los bultos, ya que suele haber pocos crecimientos.

Recomendaciones

Como ya hemos comentado, el molusco es muy contagioso. Por eso, una persona que lo sufre tendrá que seguir una serie de recomendaciones. No tocar, rascar ni frotar los crecimientos, lavarse las manos de forma frecuente con agua y jabón, mantener las zonas del crecimiento limpias, intentar cubrir cada crecimiento con prendas de vestir o apósitos.

Además, será recomendable cambiar estos apósitos todos los días o cuando se ensucien. Otra recomendación será no afeitar las zonas con crecimientos y humedecer la piel si esta está seca. Siempre que se tomen estas recomendaciones y hasta que hayan desaparecido, los niños podrán incorporarse a la escuela con total normalidad.

Para que los más pequeños no se infecten en zonas públicas tendrán que lavarse las manos con mucha regularidad con agua y jabón, tampoco podrán compartir las toallas, la ropa y otros elementos personales. Además, tampoco deberán compartir tablas de natación u otros juguetes para las piscinas. Tampoco tendrán que tocar ni rascar los bultos o las ampollas que aparezcan en la piel ni otras lesiones.

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