Vegetaciones, la razón por la que tu bebé respira por la boca: ¿sabes cuándo y por qué hay que operar?

  • Las vegetaciones son una masa de tejido que se encuentran detrás de la nariz.

  • Si el niño sufre frecuentes infecciones en la nariz y en la faringe y tiene vegetaciones será muy posible que estas lleguen a taponar sus vías respiratorias. Por tanto, habrá que operar.

Cuando los niños son pequeños es muy común que sufran de vegetaciones. Las vegetaciones o adenoides son masas de tejido que se sitúan detrás de la nariz y que no podrán ser localizadas a simple vista, pero después de varias infecciones, es muy común que tanto las adenoides como las amígdalas, una pequeña masa de tejido situada en la parte posterior de la boca, puedan agrandarse. Las adenoides agrandadas podrán afectar a las vías que conectan los oídos medios con la parte posterior de la nariz. Además, cuando las amígdalas o las adenoides crecen demasiado, lo más probable es que haya que extirparlas. Esta extirpación mejorará la respiración del pequeño así como reducirá las infecciones de oído y garganta.

Cuándo se operará de vegetaciones

Será un otorrinolaringólogo quien tendrá que tomar la decisión de operar y deshacerse de las vegetaciones. Este se ajustará a la situación del niño y a su estado. Aún así, la operación se realizará cuando sean frecuentes las infecciones en la nariz y en la faringe, ya que, en estos casos, será cuando las vegetaciones pueden llegar a taponar las vías respiratorias.

Como consecuencia, el niño se verá obligado a respirar por la boca y podrá experimentar diversas interrupciones en la respiración durante el sueño, como apneas. Además, en los casos más graves, las adenoides podrán empeorar las infecciones que se produzcan en el oído medio. Para prevenir los distintos problemas de las vegetaciones será muy importante tener una buena higiene de la nariz y de la garganta. Por tanto, los lavados nasales con suero fisiológico ayudarán a reducir el número de infecciones y, por tanto, su respectiva inflamación de las vegetaciones.

Alternativas a la cirugía

Sí que es cierto que habrá otras alternativas a la cirugía como puede ser el tratamiento con esteroides, que logrará paliar la inflamación de las adenoides de forma más que efectiva. También, existirán otros procedimientos con radiofrecuencia y reducción mediante el láser. De esta forma, los métodos no invasivos podrán resolver aquellas complicaciones producidas por la inflamación sin esos posibles efectos secundarios que puede tener la cirugía. Antes de nada, cada paciente deberá elegir cuál es el tratamiento que más se ajusta a su estado y a sus necesidades, valorando todas las opciones.

Qué sucederá después de la operación

Una vez que el pequeño ya ha sido operado, este pasará unos días en el hospital hasta que ya casi esté recuperado. En ese periodo, se estimulará al niño para que tome líquido por la boca, también se le tomará la temperatura y recibirá analgésicos, en el caso de que haya dolor.

La mayor parte de los niños estarán listos para volver a su casa en unas seis u ocho horas después de la intervención. Eso sí, puede ser que deba permanecer más tiempo, todo dependerá del diagnóstico del especialista. Una vez que el pequeño esté fuera del centro hospitalario será de máxima importancia su cuidado en casa, ya que es posible que el menor sienta distintas molestias o que tenga el cuello rígido.

Por tanto, habrá que administrarle los medicamentos que le ha recetado el médico y si nota algún cambio preocupante en la respiración o en el nivel de somnolencia será muy importante consultarlo con un especialista. De la misma forma, será primordial que el pequeño beba grandes cantidades de líquido después de la operación y durante sus días posteriores. Una vez que pueda ingerir líquidos correctamente, habrá que empezar con los alimentos sólidos, aunque estos tendrán que ser blandos, como huevo o yogur. Además, tampoco será muy recomendable que el pequeño tenga mucha actividad, ya que lo más aconsejable será el reposo.

Será muy importante el control en casa

Por tanto, será primordial el control en casa. En caso de que el pequeño presente algunos síntomas, como fiebre, vómitos, dolor, no quiere beber o no orina, lo más recomendable será que acuda a un especialista. Eso sí, habrá que ser conscientes de que el pequeño se está recuperando de una operación bastante molesta y que se podrá mostrar irritado tras las primeras horas y días después de la operación. Así, será muy importante comprender su situación y proporcionarle todo el cariño y el apoyo que necesita.

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