Climaterio: ¿qué es y cómo debemos prepararnos para vivir en plenitud esta etapa en la vida de una mujer?

  • La menopausia no llega de la noche a la mañana, y antes de ella hay un largo periodo de cambios hormonales llamado climaterio.

  • Descubre en qué consiste esta etapa y cómo afontarla de la mejor manera posible.

De la menopausia oímos hablar casi al mismo tiempo que la menstruación, y aunque vamos descubriendo cosas sobre ella a medida que pasan los años no se nos escapa saber, al menos, que con su llegada desaparece la regla. En cambio, apenas sabemos nada acerca del climaterio y su relación con la menopausia, y deberíamos, tanto por cómo va a afectar a nuestro organismo, como por saber cómo podemos prepararnos para ello.

Muchos de los síntomas que normalmente atribuimos a la menopausia se dan en realidad durante el climaterio, que es una fase anterior, diferente y que dura más tiempo. Para hablar de menopausia debemos esperar hasta estar, al menos, doce meses sin menstruación.

Podríamos decir que el climaterio es la fase de transición entre la etapa fértil de una mujer y la menopausia, y puede durar entre dos y ocho años. Es decir, un tiempo más que suficiente para que notemos que se están produciendo cambios en nuestro cuerpo. El problema es que si no los asociamos a la época vital a la que pertenecen pueden causarnos preocupación e inquietud, además de la sensación de malestar.

El origen de todo está en las alteraciones hormonales propias de este momento, sobre todo por la disminución paulatina de los estrógenos. Saber qué nos espera en el climaterio y reconocer los síntomas es la mejor manera de prevenir y aliviar las complicaciones o molestias que pueden aparecer. Esto no quiere decir que no vayan a aparecer esos síntomas, pero sí se puede retrasar su aparición y disminuir sus efectos. Te contamos cuáles son.

Cambios en la piel

La disminución de estrógeno en el organismo provoca la pérdida de colágeno, que es el responsable de mantener la hidratación y elasticidad de la piel. Por esta razón, pasados los 40 la piel no solo se vuelve más seca y pierde firmeza, sino que es propensa a la aparición de arrugas y manchas. Observar las necesidades de nuestra piel y utilizar los cosméticos adecuados en cada momento nos será de gran ayuda para cuidar al máximo su aspecto.

Vello corporal inesperado

Cuando descienden los estrógenos, tienden a subir los andrógenos, la hormona masculina responsable de que empiece a crecer vello en lugares donde antes no había, como la barbilla o cuello. En cambio, el cabello empieza a perder fuerza, se vuelve cada vez más fino y se cae más que nunca. Y todo ello como consecuencia de los desajustes hormonales.

Se gana peso (y cuesta perderlo)

Este es uno de los temas que más preocupan a las mujeres durante esta etapa, porque se trata de un cambio evidente, al menos para ellas, y al que no resulta tan sencillo poner solución. Además, se produce una redistribución de la grasa corporal que hace que esta vaya a parar, principalmente, a la zona del abdomen.

El metabolismo basal se ralentiza, lo que hace que perder el peso que ganamos no resulte tan sencillo como en otras épocas. A partir de este momento, la misma actividad física que antes, disminuye el número de calorías que gasta el organismo.

La única manera de hacer frente a estos cambios es prestar mucha atención a la alimentación, dejando a un lado grasas y azúcares, e incrementando la cantidad de actividad física.

Insomnio

Es cierto que conforme nos vamos haciendo mayores disminuye tanto la calidad del sueño como las horas que pasamos durmiendo. Esto se intensifica en las mujeres durante el climaterio, y se estima que a partir de los 40-42 años hasta el 60% puede sufrir insomnio. Mantener unos buenos hábitos de higiene del sueño, reducir el consumo de café, té y alcohol, tomar cenas ligeras y el ejercicio físico puede sernos de gran ayuda para mejorar el descanso.

Sexualidad

El descenso en la producción de estrógenos puede afectar a muchas mujeres disminuyendo el deseo sexual. En ocasiones la falta de deseo es consecuencia de la falta de lubricación vaginal, que también es característica de esta etapa. La escasa lubricación puede hacer que las relaciones sexuales se vuelvan molestas o dolorosas, lo que provoca la disminución del deseo.

También puede producirse atrofia vaginal y un aumento de las enfermedades urinarias, además de episodios de incontinencia o incremento de las ganas de orinar durante la noche. Los ejercicios de Kegel y los lubricantes vaginales pueden ser buenos aliados para continuar con una actividad sexual placentera y prevenir las pérdidas de orina.

Estado de ánimo

Los cambios hormonales también afectan a la estabilidad emocional y pueden darse cambios en el estado de ánimo como hipersensibilidad o irritabilidad. Sentirse de mal humor o sin ganas de hacer nada es algo habitual durante el climaterio, además de sentir como baja la autoestima ante los cambios físicos que se producen en nuestro cuerpo. Buscar actividades que nos relajen, como el mindfulness o la meditación pueden sernos de gran ayuda en esta etapa.

Cómo cuidarse en esta etapa

Saber que nos vamos a enfrentar a estos cambios es fundamental para mitigar las consecuencias, y lo ideal es empezar a cuidarnos antes de que se produzcan. Seguir una alimentación saludable, restringiendo la ingesta calórica, eliminar el café, el tabaco y el alcohol de nuestros hábitos, hacer ejercicio y visitar al médico por si fuera necesaria una suplementación hormonal pueden cambiar por completo nuestra forma de afrontar los años que dura el climaterio.