¿Qué es la rinofaringitis aguda en niños, cuáles son sus síntomas y cómo se debe tratar?

  • La rinofaringitis es una complicación muy común entre los más pequeños, ya que su sistema inmunitario no está del todo desarrollado.

  • Se mostrará como un resfriado común y, por tanto, es muy normal que tu hijo o hija lo sufra más de una vez en la vida.

  • La solución será tratar sus síntomas con diversos medicamentos o con remedios caseros.

La rinofaringitis es una de las complicaciones más comunes sobre todo durante la infancia. Se trata de un resfriado común y, por tanto, es muy posible que tu hijo o hija lo sufra más de una vez en tu vida y, sobre todo, durante sus primeros años. Se trata de uno de los motivos principales por los que los padres acuden al pediatra, ya que un niño podrá tener hasta seis episodios en un año.

Qué es la rinofaringitis

La rinofaringitis es el reflejo del proceso natural de maduración del sistema inmunitario. De esta manera, se trata de una enfermedad infecciosa que provoca una inflamación en la zona faríngea superior y que suele desaparecer a partir de los siete o de los diez días. Aún así, los síntomas suelen alarmar a los padres.

Las causas de esta complicación son variadas, ya que pueden estar provocadas por más de 200 virus diferentes. Estos suelen acceder al organismo cuando el niño se toca los ojos, la nariz o la boca con las manos infectadas.

¿Cuáles son los síntomas de la rinofaringitis?

El periodo de incubación puede llegar a ser muy corto, de apenas unas horas, por lo que los síntomas se manifestarán rápidamente y pueden ser malestar generalizado, dolor de cabeza, goteo nasal, fiebre alta, dificultades para respirar, estornudos, irritación nasofaríngea y tos. En los más pequeños, en los bebés, la rinorrea puede llegar a ser especialmente molesta porque les impide respirar y, por tanto, los pequeños se muestran más irritables y pueden llegar a perder el apetito.

En estos casos, lo mejor será recurrir a soluciones caseras preparadas con sal o infusión de manzanilla y no se recomienda utilizar soluciones con medicamentos descongestivos. También, se puede usar suero fisiológico o recurrir a un succionador que permita evacuar las secreciones nasales.

La fiebre será la expresión de que el cuerpo está luchando contra la infección. Además, las infecciones de este tipo suelen ser autolimitadas, lo que significa que durarán poco tiempo y se curarán solas, sin recurrir a ningún tipo de medicamento. Aún así, será muy importante estar alerta con el tema de la fiebre y asegurarse de que no sea especialmente alta para prevenir esas convulsiones febriles tan características.

Las complicaciones de la enfermedad

Sí que es cierto que la rinofaringitis puede complicarse provocando una otitis media aguda, un problema que es muy normal en los niños menores de dos años, al igual que sucede con la neumonía o la bronquitis. También, puede provocar laringitis aguda, amigdalitis o sinusitis. Y, en algunos casos, aparecen diarreas o vómitos, que harán que se dé un cuadro de deshidratación. Por tanto, habrá que tener especial cuidado.

Cómo tratar la rinofaringitis

Será necesario acudir a un especialista cuando el bebé tenga menos de tres meses, si la fiebre dura más de 72 horas y no baja, si el cuadro no remite después de que hayan pasado siete días, si aparece dolor de oído, si hay manchas en la piel, si hay sangrado en la orina, la nariz, encías o al toser y, también, si el niño tiene dificultades para respirar. El tratamiento de la rinofaringitis consiste en controlar sus síntomas y, en algunas ocasiones, puede recurrirse a antihistamínicos para aliviar las alergias, a los antitusivos, para la tos o los expectorantes, para ayudar a expulsar las secreciones.

Los antisépticos serán útiles para mantener bajo control la fiebre. No obstante, de forma general, lo más recomendable será que el pequeño repose un poco, que beba abundante agua y que haga inhalaciones. De la misma forma será muy útil colocar un humidificador en la habitación del niño, así como asegurarse de ventilar la casa y bajar la calefacción para que el ambiente no sea demasiado seco. Además, no será recomendable que el pequeño vaya al colegio durante dos o tres días después, ya que, así, se disminuirá el riesgo de que contagie a sus compañeros.

Entre los remedios caseros, nos podemos encontrar con hacer gárgaras con agua tibia y sal o bicarbonato, así como con ajo o tomillo, ya que se trata de una hierba que ofrece diversos beneficios en la lucha contra la rinofaringitis. Aún así, lo esencial será fortalecer el sistema inmunitario.

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