¿Qué hago si mi hijo tiene fiebre? De las razones más comunes que la producen a cómo aliviarla

  • La fiebre será muy común entre los niños pequeños, aunque eso sí, habrá que controlarla muy bien para que no haya consecuencias en la salud del pequeño.

  • La fiebre en sí no será preocupante, pero sí que será la causa de otras complicaciones asociadas.

Cuando son pequeños será muy normal que los niños tengan fiebre. La gran mayoría de episodios no revierten gravedad y, además, la fiebre en sí misma no causa ningún daño, ya que es la forma que tiene el cuerpo de combatir las infecciones. Pero, ¿por qué ocurre la fiebre? Esta se da debido a que el termostato interno del cuerpo aumenta su temperatura corporal por encima de su nivel normal. Este se encuentra en una parte del cerebro denominada hipotálamo, el órgano que sabe a qué temperatura debe estar el cuerpo y envía mensajes a esta para mantenerla a ese nivel.

La temperatura corporal de las personas suele variar mucho a lo largo de su vida y, además, suele ser más baja por la mañana y un poco más alta, por la tarde. De todos modos, a veces, el hipotálamo reajusta el cuerpo a una temperatura más alta como respuesta a una infección, enfermedad u otra causa. De esta forma, aumentando el calor corporal, se podrá luchar contra los gérmenes que causan las infecciones. Por tanto, como ya hemos comentado, la fiebre no será una enfermedad en sí misma sino un síntoma de otro problema.

Por qué está causada la fiebre

La fiebre puede estar causada por distintas razones, como, por ejemplo, una infección. La mayoría de las fiebres están causadas por este motivo u otra enfermedad, ya que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones y estimula sus mecanismos naturales de defensa. También puede ser causada por el exceso de ropa o por las vacunas: los bebés y los niños a veces presentan fiebre baja o febrícula después de haber sido vacunados. Además, la dentición también puede provocar un leve aumento de la temperatura corporal.

Cuándo habrá que preocuparse

Aunque la fiebre no suele ser nada grave, sí que habrá que tener en cuenta en qué supuestos podrá serlo. En niños sanos, lo mejor será que no se traten los episodios de fiebre y serán los médicos lo que decidan lo que habrá que hacer. Además, aquellos que presenten una temperatura menor a 38,9 grados no suelen necesitar medicación, a no ser que presenten algún malestar asociado a la fiebre. Eso sí, estos supuestos serán especialmente preocupantes en bebés y, por eso, habrá que consultarlo con un especialista.

Qué hacer para calmar la fiebre

Para saber si el niño tiene fiebre o no se podrá tocar levemente la zona de la frente. Aún así, lo más recomendable será tomar la temperatura con un termómetro, que se podrá medir oralmente, rectalmente o bajo la axila. En el caso de que el pequeño se encuentre mal por la fiebre, lo más recomendable será acudir al médico, ya que puede necesitar medicación. Así, el especialista le recetará paracetamol o ibuprofeno, siguiendo las instrucciones según su edad y su peso.

Además, los menores de dos meses de edad no deben tomar ningún medicamento hasta que un médico le evalúe. En el caso de que se quiera ayudar a bajar la fiebre del pequeño, lo mejor será vestirlo con ropa ligera, cubriéndolo con una sábana o una manta que tampoco le abrigue demasiado. El exceso de ropa podrá impedir la eliminación del calor corporal, provocando un aumento de su temperatura corporal. También, darle un baño con agua tibia ayudará a que la fiebre baje, aunque solamente de forma temporal. De la misma forma, será recomendable que el pequeño esté bien hidratado.

Cuándo habrá que acudir a un especialista

En el caso de que el pequeño tenga vómitos y diarrea, lo mejor será consultar con el especialista qué se le podrá indicar. También, será muy importante que el niño descanse mucho y se tendrá que tomar todo lo que sucede a su alrededor con cierta calma. En el caso de que te preguntes cuándo será lo más recomendable acudir a un especialista dependerá de la edad del niño, de la enfermedad que padezca y de los síntomas que presente.

Por tanto, hay que tener en cuenta que será normal que los niños tengan fiebre unas cuantas veces al año y sí que es cierto que a los pocos días suelen volver a la normalidad. Para los bebés mayores y los niños, la forma en la que se comporten debe ser muy importante. Además, podrá ser que presenten otros síntomas asociados como irritabilidad, que habrá que controlar. Aún así, si tienes cualquier duda, lo más recomendable será acudir a un especialista que aconseje qué hacer.