Recuperar la rutina de sueño de tu bebé después de las vacaciones: fórmulas para dormir plácidamente

  • Durante las vacaciones es normal que los horarios y rutinas habituales se vean modificadas, también para los bebés.

  • Que recuperen la rutina del sueño es uno de los principales objetivos cuando se vuelve a casa.

  • Para conseguirlo hay que armarse de paciencia y seguir unas pautas determinadas que permitan que el bebé vuelva a dormir cada noche a su hora.

Uno de los mayores logros cuando se tiene un bebé es conseguir que tenga una buena rutina de sueño. Garantizar su descanso (y el nuestro) es fundamental para su desarrollo y que pueda afrontar el día con energía y buen ánimo. Pero es muy común que al irnos de vacaciones parezca que todos nuestros esfuerzos anteriores se han esfumado. Las vacaciones suponen una alteración de hábitos y de rutina que, si bien es necesario y suele sentarnos de maravilla, luego cuesta reconducir, sobre todo para un bebé.

En principio, la recomendación sería procurar que los horarios y rutinas del niño no se vean modificados porque nos hayamos ido de viaje, pero a la hora de la verdad esto puede resultar muy complicado de llevar a cabo. Así que a la vuelta toca ponerse manos a la obra y conseguir que el sueño del bebé, y el resto de hábitos, vuelvan a su cauce lo antes posible.

A la cama a la hora de siempre

Esto es, seguramente, lo más complicado. Pero hay que ayudar al bebé a identificar cuanto antes cuándo llega la hora de acostarse. Lo más seguro es que al principio le cueste mucho dormir, pero es necesario que se acueste. Tómatelo con calma y cántale canciones, léele cuentos… que sepa que, aunque no se duerma, ha de estar acostado.

El baño y la cena, tus aliados

Un baño con agua templada antes de dormir le ayudará a ir relajándose y le será más fácil conciliar el sueño. Si puedes, aprovecha el momento de secarle para darle un masaje con un aceite, como el de caléndula, para que termine de eliminar cualquier tensión acumulada durante el día. En cuanto a la cena, procura que sea ligera, para que no tenga una digestión pesada que le provoque molestias y le impida dormir.

Un ambiente relajante

Es necesario siempre, para garantizar un buen descanso, pero ahora no podemos descuidarlo, ya que todo ayuda a que el sueño llegue antes. Mantén siempre una luz tenue en la habitación que invite al descanso, si es que no le gusta estar a oscuras. Procura que haya silencio en el resto de la casa y no le expongas a ningún estímulo fuerte antes de acostarse, como un juego movido o un pantalla.

Reajusta los horarios del resto del día

De nada sirve que te esfuerces por la noche si al llegar el día no haces lo mismo. Los horarios de levantarse, las comidas y la siesta también deben volver a recuperarse, porque si no será imposible que vuelva a adaptarse al horario de nocturno.

Ante todo, mucha calma

Los bebés, en realidad, recuperan pronto los buenos hábitos porque es lo que necesitan, y se adaptan con facilidad. Pero esto no quiere decir que vaya a ocurrir el primer día, ni el segundo, y es posible que en más de una ocasión llegues a desesperarte. Pero eso no va a mejorar las cosas, sino que solo hará que empeorarlas. Nada de enfados, ni coacciones, ni nervios. Respira hondo y procura transmitirle toda la calma que puedas. Saldréis ganando los dos.

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