"La verdadera Mostra de Venecia": Sara Sálamo posa entre bambalinas dando el pecho a su hijo

  • La foto de Sara Sálamo dando el pecho a su hijo en el Festival de Venecia con la que ha visibilizado la conciliación

Hace un mes y medio que se convirtió en madre de Theo. Y en este tiempo, el recién nacido ya conoce muy de cerca a qué se dedican sus padres. Hace apenas unos días, el pequeño fue por primera vez a ver un partido en el que jugaba Isco Alarcón. Y ahora ha llegado el turno de acompañar a mamá. En este caso, Sara Sálamo ha ido con su bebé al Festival de Cine de Venecia, donde ha visibilizado a través de su Instagram lo que implica conciliar.

Entre bambalinas, preparada para una sesión de fotos, la intérprete ha mostrado una escena en la que aparece dando de mamar a su hijo Theo. Una forma de visibilizar a la que Sara Sálamo ha echado sentido del humor: "La verdadera Mostra de Venecia".

Horas antes de este momento-reivindicación, la actriz y pareja de Isco Alarcón compartía con sus seguidores su última aventura profesional. "Esto se llama conciliar. Mami ha venido a trabajar y tengo un gran acompañante", decía vía stories con Theo en brazos. Después, Sara Sálamo hizo el obligado paseo en barco antes de pisar la alfombra roja del mítico festival de cine italiano.

El 'perdón' de Sara Sálamo a sus seguidores

Antes de realizar este viaje, uno de sus primeros trabajos tras convertirse en madre primeriza, Sara Sálamo se veía en la obligación de pedir disculpas a sus fans por un error en su estilismo. "Hace unos meses, en la promoción de ‘Brigada Costa del Sol’, me puse unas zapatillas con uno de los looks que llevé a una de las entrevistas. Mis estilistas saben que soy vegetariana y que no uso nada de piel, pero se les debió pasar o no sé exactamente qué ocurrió", planteaba a través de su Instagram.

"El tema es que me he vuelto a poner esas zapatillas (ya que la marca tuvo el detalle de regalármelas) y hoy han publicado una foto con las zapatillas y con el hashtag #zapatillasdepiel. Sinceramente, confiaba en que eran sintéticas. Así que me veo en la obligación moral de pedir perdón. Me tomo muy en serio el maltrato animal. Y si no lo consumo, me parece hipocresía utilizarlo para ‘ponerme guapa", apuntaba.