Sínfisis púbica, una dolencia común en la recta final del embarazo que puede producir fuertes dolores

  • La sínfisis púbica será muy común durante los últimos meses de embarazo, debido a la presión que ejerce el bebé en la zona y el cambio de hormonas constante.

  • Sí que es cierto que esas molestias pueden combatirse cambiando la postura y con ciertos ejercicios, pautados por un especialista.

Durante el embarazo es muy posible que tengas una infinidad de dolores, y uno de los más comunes, que suele afectar al 80 por ciento de las mujeres en estado de gestación, se dará en la zona de la pelvis. Este dolor se agravará, sobre todo, durante el tercer trimestre, ya que será cuando el niño tenga más peso y cuando ya esté haciendo cierta presión para salir. Por eso, no tendrás que alarmarte ni echarte las manos a la cabeza si lo sufres; no estás sola y es un dolor que tiene remedio y que será pasajero. Por tanto, el dolor pélvico puede existir durante esas semanas de embarazo y, aunque en la mayoría de ocasiones no será nada grave, sí que es cierto que puede limitar bastante tu día a día.

Por qué se producen molestias en el tercer trimestre

En ese tercer trimestre habrás perdido cierta agilidad debido al aumento de peso y a la pérdida del equilibrio. Además, podrás sufrir molestias que harán que tu rutina se vuelva algo más complicada y necesites ayuda hasta para vestirte o atarte unos zapatos. También, andar y girarte podrá ser realmente complicado. Este malestar podrá empeorar según la postura que adoptes, por eso, será muy importante acudir a un especialista en cuanto comencemos a notar alguno de esos síntomas para que nos enseñe qué postura será la más correcta para que ese dolor se vea aliviado. Porque, además, en reposo, se podrán notar también ciertas molestias, por lo que se convertirá en algo realmente complicado solamente el hecho de intentar dormir.

La mayoría de mujeres tienen que acudir a clases de rehabilitación para curar este problema. Eso sí, se pueden dar distintos tipos de dolores pélvicos. Para que se realice el diagnóstico adecuado será muy importante conocer qué tipo de dolor se tiene. Por eso, podemos diferenciar entre aquel que se sufre en la etapa del embarazo y que dependerá según el trimestre en el que te encuentres, ya que la causa será distinta. También, nos podemos encontrar con una localización del dolor y este podrá darse en distintas zonas; a nivel anterior a la pelvis, en las caderas o en los muslos. Cabe destacar que estas molestias no serán tan comunes en el inicio del embarazo. Por eso, será muy importante que descartes con tu médico otras complicaciones como el embarazo ectópico o incluso un aborto espontáneo. Aún así, esto será muy raro si no viene acompañado de otros síntomas, como sangrado y fiebre. Lo más probable será que ese dolor sea causado por un estreñimiento muy prolongado o por problemas en el aparato urinario.

El dolor pélvico será provocado por las hormonas o por una sobrecarga postural

Será a partir del quinto o sexto mes de gestación cuando habrá más posibilidades de sufrir este dolor pélvico y se podrá deber a dos causas. La primera de ellas será un problema hormonal, debido al exceso de laxitud ligamentosa por la presencia de la hormona relaxina y, también, por un problema mecánico. Este último se dará por una sobrecarga postural. Respecto al problema hormonal, lo cierto es que, durante el embarazo, será muy común que se tengan complicaciones relacionadas con los cambios hormonales. El aumento de la hormona relaxina hará que los ligamentos estén laxos, consiguiendo que las articulaciones se abran o se separen. Así, la cadera conseguirá hacerse más grande y ayudará al crecimiento del feto y a propiciar la salida por el canal de parto.

¿Sínfisis púbica o dolor lumbar?

Esto puede tener diversos efectos colaterales y se podrán separar tanto las articulaciones que se llegue a generar una distensión en la articulación. También, esta molestia podrá experimentarse en la zona del pubis produciéndose una diástasis de la sínfisis púbica. Este dolor será muy posible que se confunda con un dolor lumbar y, también, se producirá por aumento de la relaxina y por la sobrecarga de la zona anterior del cuerpo. Si sufres de este problema notarás un dolor púbico claramente identificado, que puede irradiar hacia la ingle y la zona del muslo y será más palpable cuando apoyes el pie para andar y sea tan molesto que tendrás que caminar de una forma rara, con rotación hacia afuera de la pierna.

Si notas alguno de estos síntomas será muy importante que le consultes a un especialista, ya que será él quien te mandará los ejercicios indicados para paliar esta molestia. Eso sí, el tratamiento no estará enfocado a acabar con ella de raíz, sino que se centrará en el alivio del dolor para intentar estabilizar la pelvis y reforzar aquellos músculos que están más debilitados. Aliviar este dolor tampoco será complicado y deberás cuidar tu postura en el día a día, realizar ejercicios específicos, utilizar un cinturón pélvico y podrás optar por otros tratamientos, como la acupuntura.