En cada una de las galas del MET a las que Rosalía ha sido invitada, ha conseguido ser una de las mujeres más comentadas del evento. Tratándose de una gala en el que la industria de la moda tiene tanto peso, de ella siempre se han esperado los looks más sorprendentes, pero lo cierto es que por diversas causas, en las tres ocasiones en las que ha pisado la alfombra roja del MET, ha conseguido generar controversia con sus estilismos.
La primera ocasión a la que asistió fue en la Gala de 2021, a la que acudió con un diseño de inspiración española. En la segunda, la de 2022, llamó la atención por la mezcla de conceptos. En la última, la de 2024, su total look negro tampoco estuvo exento de polémica.
Para su debut en 2021, en el que la temática era "In America: A Lexicon of Fashion", la cantante eligió un modelo del diseñador americano Rick Owens, hasta ahí todo acorde con el ‘dress code’ de la noche, pero su estilismo estaba protagonizado por un mantón de Manila. Cuando le preguntaron por su look, la catalana se explicó del siguiente modo: "Es un diseño de Rick Owens, inspirado en un mantón de Manila, que es muy popular en España. Es una pieza tradicional que yo adoro". Nada más lejos de lo que se esperaba de los invitados y el motivo por el que le llovieron críticas.
En 2022, para la gala "Gilded Glamour" en la que debía inspirarse en la Edad Dorada, Rosalía eligió un look en el que se mezclaron conceptos contradictorios. Por un lado, su vestido de Givenchy un modelo diseñado por Matthew Williams, que a juzgar por las poses que adoptaba la cantante parecía inspirado en el cuadro que John Singer Sargent pintó a Lady Astor, pero que combinaba también elementos barrocos, futuristas y otros de absoluta tendencia.
Es cierto que el vestido estaba plagado de elementos que evocaban la moda de principios del siglo pasado, como el cuerpo tipo corsé, las mangas de gasa abullonadas, los guantes de ópera en tejido de plumeti decorado con plumas, pero tanto el patrón sirena de tejido semitransparente, como los bordados de lentejuelas y la profusión de plumas de la falda, eran elementos que distorsionaban esa imagen.
Tampoco podemos pasar por alto el piercing dental de mariposa, ni la espalda del vestido, con una tira vertical desde el cuello hasta la cintura decorada con minúsculas pistolas, que indudablemente alejan su estilismo de cualquier alusión a las tendencias de la Edad de Oro. Finalmente, dejarse las gafas de sol desafiando cualquier tipo de protocolo, ha sido otro de los riesgos que quiso correr la cantante a su llegada a la alfombra roja de la Gala del MET.
En 2024, Rosalía ya había firmado un contrato de imagen con la casa Dior y, como no podía ser de otro modo, lució un vestido negro de alta costura de la firma francesa. Los looks de la noche debían estar inspirados en el tema "Garden of Time", pero la catalana eligió un diseño negro compuesto un corsé negro de escote palabra de honor y una falda recta hasta los tobillos, de la que partía una cola redondeada. Unos guantes de cordero y un tocado de red estructurado de Stephen Jones completaban el conjunto.
Su elección, muy sofisticada y alineada, generó ciertas controversias. Para unos se saltaba el ‘dress code’ de la noche, para otros parecía un look de funeral y para la mayoría era demasiado convencional para lo que se esperaba de Rosalía.
Ella dio una explicación sobre su indumentaria: "Cuando escuché la temática, me centré en que trataba sobre la belleza durmiente. Y pensé en lo que significaba para mí: sueños. Antes de dormir, cierras los ojos y ves negro, ves oscuridad, así que tuve claro que tenía que ser un diseño en negro. Es como el preludio de un sueño. Monsieur Dior despertó la moda y hoy lo celebro, soy un tulipán negro”, pero recientemente confesaba que, había sido una invención que había improvisado sobre la marcha.
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