Puede que Marta Ortega, la presidenta no ejecutiva de Inditex, se una de esas personas públicas que lo es porque no le queda otro remedio. Ha creado un halo de misterio alrededor de su persona y son pocos los datos que trascienden de cómo es su vida. No concede declaraciones y deja que el trabajo hable por sí mismo. Esto es algo que ha heredado de su padre, Amancio Ortega, el fundador de Inditex, el grupo empresarial con Zara a la cabeza, como marca más conocida. Precisamente la primera sucursal de esta tienda, el germen de todo el imperio, cumple ahora 50 años. Se encuentra sita en A Coruña y se ha sometido a una remodelación que conecta la tradición a la que grupo empresarial no quiere renunciar, con lo nuevo que Inditex acoge con los brazos abiertos para mejorar la experiencia de sus clientes. Con cumpleaños han venido más cosas: la más destacada, una atípica entrevista de Marta Ortega, para 'El País Semanal', en la que deja que los lectores se cuelen en su día a día, compartiendo con ellos pinceladas de sus jornadas.

Y es que a Marta el triunfo no le hace acomodarse, sino todo lo contrario, afirma que una de las claves es "no dejarse llevar por el éxito". No se trata de una presidenta anclada en su despacho en las oficinas centrales que la firma mantiene en A Coruña - son fieles defensores del espíritu de esta tierra y así lo hacen constar en sus colecciones y en algunas de sus colaboraciones-. Marta afirma que el corazón del negocio son las tiendas. Y sabe de lo que habla, pues como tantos otros cargos importantes de la institución empezó 'doblando camisetas' para conocer las entrañas de la empresa. No es solo una afirmación, tal y como revela cada vez que puede se desplaza a ver sucursales de las tiendas para conectar con los trabajadores y establecer una relación estrecha con los equipos: "estén donde estén, para hablar con sus equipos de trabajo", explica.

Recientemente hemos tenido la prueba de ello, pues Marta aparecía por sorpresa en una tienda de Valladolid y los vídeos de las personas que conseguían captarla en las inmediaciones se viralizaban. La visita comenzó a general titulares que incluso ponían el foco en su forma de vestir. Y es que la hija de Amancio Ortega puede presumir de un estilo propio y puede demostrar que este se puede construir perfectamente con piezas de Zara como las que ella lucía en esta visita. Más tarde se sucedió otra visita en una tienda de Sevilla y el viernes pasado, el mismo plan se replicaba en la inauguración de la tienda de la calle Juan Flórez, en A Coruña.

Además de una presencia pública muy puntual, la presidenta no ejecutiva de Inditex ha heredado de su padre otra pauta para dirigir el negocio: la humildad y el trabajo constante. Marta lo confirma en la entrevista: "Se celebran las cosas lo justo". Y explica que su modus operandi sigue siendo, en la medida de lo posible muy parecido al de hace 50 años: "Nos comportamos como una empresa pequeña porque Zara sigue siendo muy familiar con una manera de trabajar muy cercana".

Y toda esta capacidad e entrega, se funde con algo innato en ella: la pasión por la moda. "Me gusta mucho lo que hago y soy consciente de que es una suerte poder hacer lo que a una le gusta. Y veo que eso mismo le pasa a la gente que me rodea", reconoce. Marta explica que desde muy pequeña tuvo inclinación por este sector: “La moda me gusta desde niña. Cuando era pequeña, mis amigos siempre me decían que tenía mucha suerte porque mis padres trabajaban con ropa, y les parecía divertido". No solo sus padres están en el negocio, sino que ella también recuerda a su abuela: "Es un referente mi abuela, que tuvo ocho hijos y ha trabajado siempre fuera de casa -era costurera-, incluso cuando me cuidaba. Una mujer con valores y una enorme capacidad de sacrificio".

Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.