María Villar Villar 16 JUN 2025 - 17:35h.

El sábado 14 de junio fue uno de los días más esperados para la joven actriz Belén Écija, que en lo profesional ha seguido los pasos de su madre, la consagrada actriz Belén Rueda. Écija se daba el 'sí, quiero', en el pequeño pueblo de Sant Climent, en Menorca con Jaime Sánchez, tras seis años de noviazgo. Lo hicieron en una ceremonia corta, que sólo duró una hora y ante unos 250 invitados, entre los que se pudieron ver a algunas caras conocidas, como el actor Francis Lorenzo o la pareja de influencers Tomás Páramo y María G de Jaime. Ella se convirtió en una reportera improvisada gracias a la que pudimos ver los detalles de un look de novia, que la actriz ya avisó que sería "rompedor".

A cargo del diseño estuvo la firma Valenzuela, tras la que se encuentra Cristina, una diseñadora que ha vestido en muchas ocasiones a Belén Rueda para premios de cine y otros eventos importantes. Hizo para Belén Écija un vestido que proyectaba la personalidad de la joven, en blanco impoluto con una larga cola, aplicaciones de piezas de tejido a la altura de la cadera y una llamativa parte superior. Y es que si bien la parte inferior era más o menos lo que se puede esperar de una novia clásica, el cuerpo del vestido se construye con diversas bandas de tejido de lino y seda que se entrelazan entre ellas dando forma a un escote asimétrico que en la parte posterior dibuja una espalda al descubierto. Las piezas de tejido también se enrollan en los brazos y caen hacia atrás sumándose a la cola.

Se trata de un diseño de inspiración boho chic pero que también transmite cierto minimalismo. Proyecta calma y relajación, pero detrás de él hay una depurada técnica. Dos días después de que Belén caminara hacia el altar con su creación el talle de Valenzuela ha querido desvelar los entresijos de uno de los vestidos de novia que más atención ha captado esta primavera.

En el vídeo compartido se ve cómo se trabaja el tejido directamente sobre el maniquí siguiendo la técnica del 'moulage'. Con precisión y paciencia la costurera va doblando las piezas de tejido y fijándolas al maniquí con ayuda de alfileres. Desde el atelier explican: " El vestido de novia de Belén Écija es una auténtica pieza de artesanía". A continuación explican las líneas del diseño. "El cuerpo, drapeado a mano en tul de seda, se esculpe con precisión para realzar su silueta de forma delicada y natural. Una sobrepieza en lino y seda, también drapeada, se funde con el diseño, recorriendo su figura y envolviéndola con elegancia. De ella nace una cola larga y ligera, que acompaña cada paso como una prolongación de su movimiento, como si el vestido respirara con ella". La periodista Flora González no duda en comentar en esta publicación de la firma: "¡Es espectacular! Y el proceso es puro arte".

La diseñadora le revelaba a 'Vogue' que la novia también quería que el vestido tuviera algo de inspiración en el mundo del ballet: “Belén quería que el vestido tuviera un guiño al mundo del ballet, una disciplina muy ligada a su historia familiar. Incorporamos esa inspiración de manera sutil, pero muy significativa, tanto en la ligereza del diseño como en los zapatos de Christian Louboutin, que recordaban a unas zapatillas de bailarina. Fue un detalle precioso, cargado de simbolismo, que convirtió el vestido no solo en una pieza única de costura, sino en un homenaje íntimo a sus raíces y a lo que la ha acompañado desde niña”.

Hace unos meses, cuando todo estaba en proceso, la diseñadora hablaba así para 'Vanitatis': "Está siendo un proceso muy especial, igual que el de todas mis novias, es un privilegio poder compartir con ellas cada cita en las que se viven momentos que unen mucho, afloran muchas emociones. Pero lo que más me puede emocionar es ver la ilusión con la que Belén viene a cada prueba, ver su cara de felicidad después de cada una de ellas, es mi mayor satisfacción".

La diseñadora también vistió para esta boda a Belén Rueda. Con la actriz de 'Los Serrano' tiene una relación de largo recorrido algo que hecho que nazca una relación de confianza entre ellas: "Para mí Belén Rueda es muy especial, la confianza que ha depositado en mí desde el primer día que me conoció, tiene un valor que no podría describir. Vestirla para cualquier evento o alfombra roja siempre es un reto y un honor", detalló a la mencionada publicación. En esta ocasión Belén Rueda apostó por un diseño de inspiración años cincuenta confeccionado en seda rústica. “La falda midi efecto pareo, entubada y perfectamente estructurada, realza la figura de la actriz con una elegancia serena y sofisticada. El conjunto se completa con un fajín drapeado a mano, que enmarca la cintura y aporta equilibrio, refinamiento y carácter al diseño”, cuenta la diseñadora a Vogue. Completó el look con un tocado de Mariana Barturen.