Los detalles estilísticos de Rosalía en Berghain: del lazo de Blancanieves al Balenciaga vintage
El vídeo oficial de ‘Berghain’ está cargado de simbolismo y apuesta por una narrativa cargada de metáforas y en la que el vestuario juega un papel fundamental
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Rosalía no suele dejar nada al azar, y en esta nueva era ha vuelto a demostrarlo. Con el anuncio del sencillo Berghain, nombre de la mítica discoteca berlinesa, la cantante ha dado luz verde al que es el primer adelanto de su disco Lux, la catalana ha levantado unas expectativas que ha movilizado tanto a sus millones de fans como a los medios. Desde la publicación de la partitura de la canción, hasta la aparición de vallas publicitarias o la convocatoria en Callao que podría incluso acabar en multa, Rosalía ha sabido jugar con el misterio y con códigos poco usuales en el mundo de la música.
El sencillo, que se ha estrenado hoy 27 de octubre de 2025, a las 17:00 (hora peninsular española), hace referencia al mítico club techno berlinés Berghain, un espacio con mucho de underground y en apariencia poco que ver con las connotaciones religiosas que hasta el momento se intuían. Este adelanto supone una evolución de la artista hacia una era más conceptual y espiritual y en ese contexto, los estilismos escogidos tanto para la campaña, como para el vídeo, adquieren todavía más valor, del mismo modo que los bodis de cuero y las cazadoras moteras en Motomami.
El vídeo oficial de ‘Berghain’ está cargado de simbolismo y estética barroca. Dirigido por Nicolás Méndez, se aleja del formato típico de videoclip y apuesta por una narrativa llena de metáforas y en la que el vestuario juega un papel fundamental.
Los estilismos que lleva en el vídeo no son meros acompañantes, sino piezas necesarias en el discurso. Cada look, el lazo-Blancanieves, el lencero rosa, los zapatos-rosario, el vestido negro barroco, el conjunto gris, el vestido blanco, los tacones con lazo y el maquillaje, forma parte de la narrativa de transformación, de sometimiento, de vulnerabilidad y de renacer.
Vestido negro y 'sandalias rosario'
El vídeo comienza con una Rosalía vestida de negro con un diseño ajustado, de escote cuadrado y mangas abullonadas llegando a una casa a oscuras. Se trata de un modelo, de inspiración barroca que da paso a los primeros acordes, también barrocos, interpretados por una orquesta.
Se abren las cortinas, llega la luz y un primer plano de sus zapatos, unas sandalias de tiras que evocan un rosario. Se trata de otro guiño simbólico con el se refuerza el tema de la espiritualidad. Es el momento en que aparece uno de los grandes protagonistas del vídeo, una joya de oro en forma de corazón de Jesús.
El vestido blanco
El blanco ha sido una constante en los looks de Rosalía en últimos meses, y aquí aparece como símbolo de pureza. La protagonista aparece cantando ópera y haciendo labores del hogar, una mujer pura, pero sometida y que acepta su destino.
La falda gris de tablas y el top de escote asimétrico
La mujer barroca y la mujer sometida se fusionan en una chica vestida de gris, una mujer actual que camina por la calle con paso firme vestida con un top asimétrico con bufanda y una falda de tablas. Como complemento, unas gafas negras redondas.
Vestido lencero rosa y el lazo rojo
El vestido lencero rosa, un modelo de Balenciaga de 2004, es una pieza delicada pero sensual, un modelo que la aparta de la imagen que proyecta en el resto del vídeo y la hace parecer frágil, casi infantil.
En este contexto aparece uno de los elementos más llamativos y referenciales del vídeo, un lazo rojo que evoca a Blancanieves. No es la primera vez que Rosalía utiliza este símbolo, ya lo hizo en la portada de Elle USA en referencia a la Duquesa de Alba.
Tacones con lazada, plumas como maquillaje de ojos y ‘lip-combo’
Rosalía no solo cuenta una historia con la ropa, los accesorios y el maquillaje también juegan un papel fundamental. Los zapatos con lazada que aparecen mientras camina por la calle simbolizan ataduras, las plumas alrededor de los ojos que evocan liberación, los labios perfilados que rompen la idea del modernidad y remiten al glamur de la ‘vamp’ de los años 50. Cada detalle está pensado para contar tanto visual como musicalmente.
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