Vestidos para invitadas de día: triunfa con tu look

  • Paras una boda de día evita los vestidos excesivamente largos, existen muchas opciones más adecuadas

Primavera y verano son las estaciones del año en que más bodas se celebran. Especialmente en primavera, las previsiones de buen tiempo sin excesivo calor y el aumento de las horas de luz son suficientes para convencer a muchas parejas de que lo ideal es celebrar una boda de día, así la fiesta podrá alargarse durante horas sin necesidad de ver amanecer.

Para los hombres, en general, la elección de un traje para este tipo de eventos es bastante limitada: claro, oscuro y para los más atrevidos, de color o estampado. Para las mujeres, también hablando en términos generales, la elección del vestido de invitada se complica algo más.

Tendemos a relacionar el evento boda con vestidos largos y brillantes, pero cuando se trata de una boda de día no es exactamente lo más correcto y aunque cada cual puede hacer lo que le plazca, existen muchas opciones bastante más adecuadas, actuales y que son tendencia en 2020.

Un vestido algo más que midi

Un recurso perfecto para una boda de día en primavera es hacerte con un vestido de largo algo más que midi. Esa fue exactamente la apuesta de Inés Domecq para la boda en Marbella de Luis Yanguas y Maud Von Schreeb. Firmado por Roberto Diz, este vestido en apariencia sencillo esconde varios secretos: las jaretas del delantero, los botones de azabache camuflados entre los lunares, unas mangas semitransparentes y unos hombros que esculpen y estilizan. Basta sumarle unas sandalias, un bolso de mano y, copiando a la original, unos buenos pendientes.

La elección del vestido sí que puede ser un mareo, así que te vendrán bien algunas pautas: reserva el estilo campestre (flores, aves y otras especies) para celebraciones en el campo, para la ciudad apuesta tejidos lisos o de estampado geométrico; elige patrones sencillos con cortes estratégicos como estos de Victoria Beckham, es decir, un buen escote en el delantero o la espalda, aunque también son una buena elección las aberturas laterales; súmale un detalle importante que puede ser una joya, un tocado e incluso un peinado diferente.

Un vestido mini especial

Cuando se trata de una boda civil en las que no hay que respetar las reglas eclesiásticas, los vestidos mini son bienvenidos. La elección de María Fernández Rubíes, que se puede reutilizar para cualquier otra cita sin tanto taconazo y con el pelo más desordenado, tiene el punto divertido de los volantes verticales en el delantero y un color muy favorecedor para pieles bronceadas. Lo mejor de apostar por un vestido mini es que puedes dejar volar la imaginación porque su tamaño convierte en diurno cualquier tejido, de los brillos a las lentejuelas.

Ponte una prenda muy llamativa

Si tienes en tu armario una prenda de esas muy llamativas que nunca te has atrevido a ponerte por el color, la forma, el estampado o el tejido, este es su día. Tratándose de una boda de día serás la más original si combinas esa pieza importante con algo sencillo, como Blanca Miró que a la falda de Dior le añade sólo una camisa blanca masculina. Si tu pieza estrella es un top o una chaqueta ya sabes, añade una prenda inferior sencilla para completar el conjunto.

Un traje de terciopelo

El terciopelo encaja a la perfección en una boda de día en primavera si reúne dos requisitos: que sea un traje pantalón y que no lo elijas en negro. Bajo esas premisas todo está admitido. El verde de Victoria Beckham puedes animarlo aún más con una blusa en un tono que contraste o relajarlo con una en color blanco.

Un mono especial

También los monos tienen cabida en las bodas diurnas, siempre y cuando se trate de patrones y tejidos que digan algo especial. El de Alexandra Pereira, firmado por Fernando Clar Costura, tiene todos los requisitos para convertirse en la pieza elegida en una boda de día: es azul, es satinado, está armado de hombros, ceñido a la cintura y amplio de caderas. Te bastan un par de zapatos de tacón y si te animas un tocado.

Tocados en la cabeza, el secreto de las bodas de día

Una boda de día tiene de bueno que puedes dejar volar tu imaginación y colocarte en la cabeza una enorme pamela, un sombrero o un tocado. Puedes copiar a Olivia Palermo y tocarte con una sencilla diadema con velito y de ahí en adelante todo vale.