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La obligación de llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como abiertos, siempre que no se pueda garantizar la distancia mínima de seguridad de dos metros es aplicable a las personas adultas y a niños mayores de 6 años, aunque también se recomiendan para los mayores de tres. Las que se aconsejan para la población en general son las higiénicas y las quirúrgicas, es decir, las de tela o las azules desechables de farmacia. Ambas ayudan a filtrar el aire exhalado impidiendo el contagio de una persona enferma a otra sana.
El problema con los pequeños de la casa es la talla, si la mascarilla les queda grande y se abomba en la zona de los cachetes no es segura, pues permite la salida y entrada de aire y deja de ser eficaz para evitar contagios por coronavirus.
La solución más adecuada es utilizar mascarillas infantiles que, si cumplen las especificaciones exigidas, ofrecen la protección necesaria también para los más pequeños.
Existen tres opciones: mascarillas desechables, mascarillas higiénicas lavables e higiénicas con filtro. En cualquier caso, deben cumplir las especificaciones establecidas en la normativa correspondiente. Para las desechables se aplica la INE 0064-2020, para las higiénicas es de aplicación la UNE 65-2020 y si llevan filtro, éste debe cumplir lo dispuesto en la UNE-EN 14683:2019+AC:2019 y así debe venir certificado por el fabricante para no inducir a ningún tipo de confusión
Las mascarillas quirúrgicas se pueden comprar en farmacias y según las normas de fabricación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, existen en cuatro tallas diferentes: infantil pequeña, de 3 a 5 años; infantil mediana, de 6 a 9; infantil grande, de 10 a 12; y adulto, para los mayores de 12 años.
Las mascarillas higiénicas sin filtro deben estar testadas por un laboratorio e incluir los datos relativos a la eficacia de filtración bacteriana y de respirabilidad, el número de lavados máximo, así como un método de lavado o higienización. Según la normativa, las que no hayan sido sometidas a ninguna verificación mediante ensayos de laboratorio no podrán indicar en su etiquetado características que puedan inducir a interpretar que el producto posee propiedades sobre las que no se ha realizado verificación alguna, como, por ejemplo “protección frente a virus” o similar.
Una opción segura y divertida para niños es la mascarilla higiénica modelo KN95 infantil de Promask. Son mascarillas no reutilizables, que incorporan tres capas de protección y una eficacia bacteriana del 96%. Cumplen con todos los requisitos establecidos en la UNE 0065-2020 y así está certificado por el Organismo Oficial Español de LEITAT.
Un incentivo para que los más pequeños de la casa usen la mascarilla puede ser que incorporen dibujos de animales que les permitan transformarse en un tigre, un tiburón, un pollito, un leopardo, un monito o un elefante. Deben ser mascarillas de protección reutilizables que cumplan con toda la normativa exigida, como estas de farmacia de Marta Masi.
Stikets es una empresa especializada en marcadores para ropa de niños. Sus mascarillas, para niños en tallas de 3 a 5 años y de 6 a 12 años, están fabricadas con tejidos suaves para pieles delicadas e incorporan un filtro desechable para evitar el contagio de virus y bacterias. Se pueden reutilizar más de 100 veces y certifican un 98,4% de efectividad en filtrado.
Las de Bendita Kanalla están formadas por dos capas de algodón y son lavables y reutilizables. Su sistema difiere de la anterior en que incorporan un filtro interno TNT que en las de talla más pequeña, de 3 a 6 años, no se puede intercambiar. Elas mascarillas para mayores de 6 años disponen de una abertura para colocar una tercera capa o filtro TNT.