Cuando Azra va caminado por la calle se encuentra tirada en el suelo a la abuela de Cenk, que ha sufrido un desmayo en plena calle. La cocinera le acompaña hasta el hospital, donde un médico le confirma que sufre pérdidas de memoria tras el susto. Azra, que no conoce quién es en realidad esta señora, se queda con ella en el hospital para conseguir ayudarla y encontrar a su familia: “No sueltes mi mano”, le pide. Una petición que la lleva a recordar lo que le dijo su hermano tiempo atrás. Azra decide llevar a la abuela de Cenk a su propia casa ya que no recuerda ni quien es su familia ni su propio nombre.
Varios días han pasado ya desde que el pequeño Mert desapareció. Aunque Sumru fue la última persona que le vio, la madrastra de los hermanos mantiene su silencio, lo que le llevará a una gran discusión con Azra. Cuando la joven está en casa, aparece un coche de policía que le da la noticia de que ha aparecido un cadáver. La joven, llorando, llega hasta allí acompañada por Sumru, y descubre que no es Mert. Cenk, que está muy atento a esta desaparición, acompaña a la cocinera en todo momento y juntos se trasladan hasta un lugar en el que han encontrado a un niño muy parecido al de los carteles de desaparecido, ¿Volverá Mert con su familia?