'No sueltes mi mano' llega a su fin: amenazas de muerte, una familia numerosa y una herencia perdida

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¡Menudo final hemos vivido en 'No sueltes mi mano'! Azra nos ha hecho pasar un mal rato. A nosotros pero sobre todo a Cenk. Por suerte, el equipo médico y su fortaleza consiguen que salve la vida. Todo sale bien y no solo supera este delicado bache sino que se recupera totalmente de su enfermedad. "Tenemos los resultados del tratamiento. Está curada pero debes cuidarte mucho e iniciar un tratamiento preventivo", le advierte la doctora.

La felicidad de Cenk y Azra

Pese a las buenas noticias, algo lo empaña. La noticia de la muerte de Baris supone un jarro de agua fría para Azra que promete cuidar a Tanem, su sobrina. "Nunca voy a dejarte, nunca. Siempre voy a estar contigo", le dice Azra a la pequeña, que encuentra un hogar a su lado.

Pero todavía les queda un largo camino para llegar a la felicidad que tanto ansían. Pero llegará. Y los sueños se cumplen. Azra y Cenk se convierten en padres. ¡Y lo hacen por partida doble! La joven da a luz gemelos.

Y en medio de tanta felicidad, la familia recibe una noticia totalmente inesperada. La pareja no tardará en ampliar la familia y convertirse en familia numerosa.

Pero no será esa la única noticia que marque el final de 'No sueltes mi mano'. En medio de la feliz reunión familiar, la abuela informa a todos de una importante decisión que ha tomado. "Lo que queda de mi herencia se lo dejo a Yagmur".

Sumru acaba en prisión amenazada de muerte

La que no consigue su propósito es Sumru. La madrastra de Arza pagará caro todas las maldades que ha hecho a lo largo de su vida y pese a que esta vez es inocente, los jueces a condenan a pasar casi 13 años en prisión. Y no será fácil.

No sabemos si es porque el destino es caprichoso o porque el karma siempre te devuelve las cosas pero Sumru acaba en la misma celda que estuvo Azra. Las reclusas conocen bien su historia y le harán pagar por todo lo que hizo convirtiéndose en algo parecido a una exclava. De lo contrario, la muerte le acechará en cada rincón de la celda en la que cumple condena.