Rosa López se tatúa por amor: la palabra cargada de significado que ahora comparte con su novio Iñaki

Dos años han pasado desde que Rosa López se convirtió en la protagonista de las portadas del corazón al ser pillada besándose en plena calle con Iñaki García. Lo cierto es que para su ejército de fans aquello no fue ninguna novedad, ya que la artista - a pesar de intentar mantener siempre a un margen su vida privada - ya había descrito a su pareja como "un hombre normal, buena y maravillosa persona". Ella misma contó, muy ilusionada, que su encuentro fue algo inesperado en plena pandemia. Y ahora, dos años después de aquellas imágenes, la cantante y el policía continúan gritando a los cuatro vientos su amor.

Prueba de ello es la última publicación que la artista ha compartido en redes sociales. Rosa López e Iñaki García se han tatuado por amor y han decidido grabarse para siempre en la piel una palabra que parece les representa: "Familia". La artista, que ha publicado un vídeo en el que deja ver el resultado del tatuaje que ahora comparten, ha acompañado esto con unas palabras en las que asegura que el amor es "el causante" de que piense que cada vez más depende de sus acciones "todos los daños que hacemos a nuestro corazón, a nuestro entorno y a todo".

"Familia", la palabra que se han tatuado Rosa López y su novio Iñaki

A lo largo de estos últimos meses, la cantante ha hablado en más de una ocasión sobre su relación de pareja. Un concierto de Marta Sánchez en el que Iñaki estaba de guardia fue el lugar en el que se conocieron. "Hubo un tumulto y él vino a rescatarme con otros compañeros, él me salvó, él fue mi ángel", aseguró hace tiempo en una entrevista para la revista ¡HOLA!

La artista ya considera que Iñaki es su marido a pesar de no estar casados legalmente. "Sí quiero que pase, para qué te voy a decir que no. Me casaría con él. ¡Si es que estoy casada ya!", confesaba la cantante en más de una ocasión. Lo que no tiene tan claro es el tema de la maternidad. Rosa López describe como "valientes" a esas mujeres que sí han decidido ser madres, algo que le haría mucha ilusión. "Se me está pasando el arroz. Ya son 41 años. A mí me encantaría tener descendencia. Tengo al hombre perfecto y la vida perfecta para tener ahora el hijo y la hija de mi vida", admitía.

Pero esa opinión ha ido cambiando según pasa el tiempo. En una de sus últimas apariciones públicas antes del verano, la artista confesaba que cada vez que le preguntan responde una cosa diferente porque no lo sabe: "Yo según las circunstancias. El instinto maternal, tan poderoso como el que dice, no lo tengo".