Pocos habrían imaginado hace un par de semanas que arrancaríamos 2023 con Mario Vargas Llosa como protagonista absoluto de la actualidad rosa. Su inesperada separación de Isabel Preysler, con la que llevaba más de ocho años de relación, ha convertido al Premio Nobel en el hombre más buscado de los últimos días. Y ha sido en Año Nuevo, a su regreso a Madrid después de un viaje exprés a París, cuando la prensa ha logrado localizarle y captar sus primeras declaraciones sobre este abrupto final.
A última hora de la tarde de este 1 de enero, el escritor llegaba a ese 'piso de soltero' que tiene cerca de la Puerta del Sol del que tanto se ha hablado desde que se hizo pública la ruptura. Allí se encontró con decenas de compañeros periodistas a los que, consciente del interés mediático que ha suscitado su situación personal, ha atendido brevemente antes de acceder a su domicilio.
Con un rotundo "¿Qué quieren saber?" al que la prensa ha contestado con un "¿Cómo se encuentra tras la separación?", Vargas Llosa ha asegurado estar "muy bien" después de "pasar un día en París". Inmediatamente después, algo apurado por la situación, Mario ha manifestado su deseo de "confirmar lo que ha dicho Isabel en su entrevista en ¡Hola!".
En ella, la madre de Tamara Falcó era clara: "Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión". Sin embargo, aunque no fuese de su boca, el hecho de que su revista de cabecera informase al detalle de cómo se había llegado hasta este punto, hablando incluso de "celos infundados" por parte del autor, ha obligado a que la otra parte, a la que no habíamos escuchado hasta ahora, haga una pequeña aclaración.
"Los motivos de la ruptura no existen", ha zanjado, desmintiendo así todo lo que se ha dicho desde el pasado miércoles. Es probable que estas sean las únicas palabras de Mario Vargas Llosa al respecto. Recordemos que, a pesar de haber estado con la 'reina de corazones' de nuestro papel couché, el literato siempre ha tratado de rehuir de todo lo que tuviese que ver con la prensa rosa.