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El hecho de que su marido Pablo Casado se convirtiese en presidente del PP en el verano de 2018 la colocó en el primer plano mediático. Y no solo en el político. Desde entonces, todos querían saber más sobre Isabel Torres Orts, esa psicóloga de Elche (Alicante) que se presentaba a la derecha nacional como la consorte ideal para su candidato a la Moncloa. Una figura de interés que ahora, después de cuatro años siendo el gran apoyo del líder de la oposición, también lo está demostrando durante este trance que atraviesa su esposo tras ese careo contra Ayuso que ha desestructurado su partido.
Su historia de amor es la típica de chica conoce a chico en la universidad, se hacen novios y hasta ahora. Aunque siempre han declarado que llevan juntos 'media vida', los medios no se aclaran en desentrañar si se conocieron en un colegio mayor de Madrid o en una fiesta de juventud.
Lo que sí es seguro es que desde la veintena hasta hoy, con 42 años ella y 41 él, ambos siguen formando un tándem infranqueable que se mantiene a pesar de este terremoto profesional.
Llevan casados desde 2009. En su boda, de hecho, tuvieron a José María Aznar en primera fila y el pasado mes de junio celebraron su 12º aniversario visitando el Monasterio de Santa María de Valbuena, en Valladolid.
Viven en un piso cercano al Parque del Retiro y junto a Paloma y Pablo Junior han creado una familia en la que seguro que Casado se apoyará ahora que, presumiblemente, se esfumará del mapa. Pero conozcamos más datos sobre Isa.
Cuando se cruzó con Pablo Casado, Torres estaba estudiando Psicología en la madrileña Universidad Autónoma. Una profesión que, tal y como expresa en su perfil de Instagram (blindado, con solo acceso para poco más de 400 privilegiados que saben cómo es su día a día fuera de los postureos de la política), sigue ejerciendo junto a sus labores como "pedagoga" y "madre".
Aunque la fama real le vino de la mano de su marido, Isabel Torres ya conocía la popularidad. Perteneciente a una familia bien muy conocida de Elche, es heredera de la marca de caramelos Damel (que fabrican, entre otros dulces, los palotes).
También de la rama materna trajo influencias: el clan de su madre, María Dolores Orts, posee el grupo hotelero Huerto del Cura. Según recogen algunos medios, tienen propiedades en su tierra natal y cada vez que pueden, se escapan. Quizá este sea uno de sus refugios ahora.
Este 2 de febrero, antes de que se formase este tsunami que Isabel Díaz Ayuso definió como "un ataque cruel e injusto" por parte de su propio partido, Pablo Casado soplaba las velas disfrutando de la paz que ahora echa en falta de la mano de sus hijos, su "mejor regalo de cumpleaños".
Con el menor de ellos, Pablo, tanto el político como su mujer atravesaron uno de sus momentos más duros en lo personal: Isa daba a luz a su hijo a las 25 semanas de gestación. El pequeño tuvo que estar ingresado durante cuatro meses hasta que los profesionales médicos consideraron que su estado era el correcto para incorporarse al día a día del clan.
Un largo tiempo de incertidumbre que acercó al popular a Pablo Iglesias e Irene Montero, que sufrieron una situación similar con sus mellizos Leo y Manuel.
A modo de promesa, tiempo después la pareja hizo el Camino de Santiago, demostrando también esas creencias católicas que él ha expresado efusivamente en muchos de sus mítines políticos.
Fue tal la lección de vida que se llevaron de aquello que, con motivo del Día Mundial del Niño Prematuro, Casado hizo una excepción y nos permitió colarnos por un día en las redes de su mujer para hacernos partícipes de la profunda reflexión que compartió en su tablón.
En ella, Isabel reconocía como ese bebé de cinco meses y 700 gramos se "agarró a la vida" para llenar la suya. Una demostración de lo "valientes" que son los niños como Pablo, a los que definió como "incansables guerreros" y ejemplo de "lucha y de superación". "Las grandes batallas a las que se enfrentan esos cuerpos minúsculos marcarán para siempre ese espíritu de superhéroes", reivindicó.
Tanto a Pablo como a Paloma, la mayor, han tratado de trasladarles su pasión por la naturaleza. Basta con hacer scroll en el feed de su padre para conocer todos los planes de fin de semana en los que han incorporado a su prole, a la que vemos disfrutar entre campos verdes.
El deporte es otra práctica que han querido inculcarles. Igual que la afición por la cultura, tal y como vemos en estas instantáneas tomadas durante su paso por el Museo Guggenheim de Bilbao o el Museo de Ciencias Naturales de Madrid del año pasado.
Donde no han querido introducirles es en la vida política ya extinta del último líder de la oposición. A ellos solo acudía Isabel en representación de la familia, especialmente cuando se trataba de actos importantes para la carrera de su marido.
Ahora, en este nuevo capítulo vital que parece que pretende afrontar, su intención será mantenerse unidos. "Llevamos media vida juntos... y lo que nos queda por delante", se prometieron el uno al otro en 2020.