Patas de gallo, ausencia de flequillo, arrugas alrededor de la boca…
La nueva película de Penélope Cruz, 'Volver a nacer', trae consigo una sorpresa: Penélope caracterizada sutilmente al filo de la cincuentena. Patas de gallo en los ojos, ausencia de flequillo (que rejuvenece), alguna cana entre la melena, las líneas de expresión convertidas en arrugas alrededor de la boca… El trabajo de peluquería y maquillaje ha sido determinante para este viaje en el tiempo y se ha puesto un especial mimo en los detalles. Así ha sido la transformación de la actriz en el papel de Gemma, una mujer que, tras lograr escapar del terrible asedio a Sarajevo con su hijo recién nacido, vuelve con él para que descubra al padre que nunca llegó a conocer.Los ojos: de las líneas de expresión a las patas de gallo
Uno de los puntos fuertes de Penélope Cruz es la mirada, sobre todo delante de una cámara. La actriz juega con su contundencia en las diferentes fases vitales de Gemma. En un primer momento derrocha ternura, casi inocencia: apenas unas líneas de expresión alrededor de los ojos. Es sin embargo más adelante, al interpretar a una mujer madura, cuando las arrugas alrededor de los ojos le imprimen el máximo carácter. El equipo de maquillaje decidió subrayar las arrugas alrededor de los ojos para dar el efecto deseado: así va asumiendo los golpes de la vida una mujer luchadora. Eso sí, menos es más. Pasarse en la caracterización hubiese sido un error.El pelo, ¿aliado o enemigo?
Dieciséis años. Ese es el lapso de tiempo que pasa desde que una joven y enamorada Gemma consigue huir de la guerra y decide después volver con su hijo a sus orígenes. Se encuentra una ciudad en proceso de reconstrucción (como ella misma), algunos antiguos‘amigos’ y aún más recuerdos. El equipo de peluquería sintetizó ese proceso de maduración y pérdida en dos cortes diferentes: el primero, una melena larga, lisa y con flequillo, un elemento que añade jovialidad al rostro. El segundo, una medio melena al estilo ‘bob’ y con alguna cana cubierta. Menos peso y la cara más despejada para una mujer que decide acabar con sus fantasmas.La importancia de los complementos
Gemma, el personaje que interpreta Cruz, es una mujer sencilla. En la etapa en la que vive su historia de amor con Diego (Emile Hirsch) apenas luce ninguna joya o algún pañuelo y su look está compuesto por jerséis anchos y vaqueros. Nada especialmente glamuroso, pero combinado con un toque jovial. Más adelante, ya con su hijo adolescente, será cuando los complementos adquieran mayor relevancia para crear al personaje: gafas que cuelgan de cordones, camisolas de algodón y, en general, ropa más práctica que elegante, con la intención de no marcar las curvas de la actriz.Las arrugas de la boca
Otro de los elementos que definen la edad de una persona son las arrugas alrededor de la boca. El equipo de ‘Volver a nacer’ lo tuvo claro desde el principio y subrayó el surco de las arrugas de la comisura de los labios hacia la barbilla y del labio superior.De la espontaneidad a la gravedad
Los gestos son otro de los recursos de un actor a la hora de marcar el paso del tiempo en su personaje. Penélope evoluciona de la espontaneidad en sus movimientos a más gravedad y lentitud. Junto con las arrugas en ojos y boca, Gemma gana peso con la madurez.El pelo despeinado
En las escenas de acción, los peluqueros optaron por despeinar a Penélope. De la melena larga y lisa al corte ondulado y dinámico.Otros personajes: las canas como emblema en Adnan Haskovic (Gojko)
El equipo de ‘Volver a nacer’ no solo se centró en Penélope en las caracterizaciones. Era importante que todo el elenco madurase con elegancia y sutileza para dar coherencia al filme. El actor Adnan Haskoviv, que interpreta a Gojko, pasa de ser un joven fuerte con melena a un hombre maduro entrado en canas.El pelo de Saadet Aksoy (Aska): del rojo fuego al tono castaño
Aska es caracterizada en un primer momento como una chica con una personalidad definida, con el pelo teñido, rebelde y seguidora de sus ideales. Dieciséis años después, podemos ver a una mujer que ha madurado en circunstancias muy adversas. Su forma de vestir y la vuelta a su color natural de pelo escenifican que Aska ha cambiado no solo de aspecto con el paso de los años, sino que ahora sus aspiraciones han cambiado.