La torturada
No solo sigues yendo a los mismos sitios con la esperanza secreta de cruzarte con él, sino que además le sigues en todas las redes sociales, miras su última hora de conexión y te deleitas en los muros de toooodas las chicas que ha conocido desde que te dejó, comparándote con todas y cada una de ellas.
La enganchada
4.30 a.m. Dos cubatas y tres chupitos después, WhatsApp en mano: “Te echo de menos”. Martes 00.30 horas, mensaje de Facebook: "¿Te acuerdas de esta canción de Vetusta Morla? Siempre me recordará a ti”. Instagram, domingo por la tarde: fotito de la ventana con lluvia + texto: “Los días así me hacen quererte cerca”. ¿Hace falta que sigamos o te has reconocido ya? Tu ex es para ti lo que un selfie a Kim Kardashian: pura adicción.
La amiguísima
No hay mejor manera de controlar a tu ex que “mantener” la amistad. Muy lista... nadie mejor que una chica sabe que hacerle entrar en el juego significa: whatsapps a las tantas de la madrugada, complicidad entre líneas, más posibilidades de cometer un desliz… Y, lo más importante: ¡filtro directo de las chicas que se le acerquen!
La vengativa
Vaya por delante que, si algún día hubiera alguna batalla, sea del tipo que fuere, ¡nos pedimos ir en tu equipo! Y es que eres tan maja como retorcida, querida. Tu receta es: una cucharada sopera de paciencia, aliñada con una dosis de cabeza fría, una pizca de estrategia y un poquitín de mala leche (igual se te ha ido la mano con la medida, divina). Eres capaz de esperar el momento oportuno para devolver la puñalada… ¿Enrollarte con su mejor amigo? Eso solo fue el capítulo número 1 de: ¡la venganza!