Quién es quién en 'Sin tetas no hay paraíso': te presentamos a los personajes de la serie

Catalina (Amaia Salamanca) es una joven que estudia en un instituto de secundaria. Aunque está dotada de una gran belleza, se siente acomplejada por el reducido tamaño de su pecho. Sin embargo, la vida de Catalina y la de todo su entorno da un giro de 180 grados cuando se enamora de un narcotraficante, 'El Duque' (Miguel Ángel Silvestre), un hombre atractivo y muy ambicioso que hará que todo cambie.

A partir de este flechazo surgen las tramas del resto de personajes que, después de años llevando una vida tranquila y sin cambios, tendrán que verse sumergidos en un universo de sexo, drogas, prostitución, silicona, dinero, ambición y venganza. Fina, Jesús, la Jessi, el inspector Torres... Ahí va un quién es quién de 'Sin tetas no hay paraíso' para que no se te pasa nada en el gran regreso de la serie a Divinity.

Rafael Duque es un joven ambicioso, atractivo y carente de moral que está amasando una gran fortuna como narcotraficante con una posición intermedia en el mundo de la droga, aunque su aspiración personal es llegar al nivel más alto de la organización para la que trabaja. De mente ágil y rápida, es un chico de clase obrera que en muy pocos años ha conseguido un elevado nivel de vida gracias a su actividad delictiva, su valentía para afrontar el peligro y su férrea determinación para eliminar los obstáculos que se le interponen en el camino.

Cuando regresa al barrio en el que creció para establecer una nueva red de narcotráfico se reencuentra con Catalina, a la que no veía desde niña, y se siente atraído por ella, pues representa en su persona su pasado más limpio cuando era simplemente Rafa.

Cata, como la llaman familiarmente en su casa y en el instituto, es una joven de 17 años con gran atractivo físico pero con un marcado complejo de autoestima debido al pequeño tamaño de su pecho. Su carácter soñador, romántico e ingenuo propicia que quede fascinada ante la aparición de “El Duque”, un antiguo vecino de su barrio que se ha convertido en narcotraficante y que representa todas aquellas cosas que están fuera de sus expectativas: dinero, lujo y una posición privilegiada ante sus amigas y compañeras rivales, una de las cuales interfiere para hacer confluir sus caminos.

A raíz de la relación que establece con el joven delincuente, Catalina empezará a cambiar, irá dejando de lado sus antiguas aspiraciones y, desoyendo los consejos de su madre y de su hermano, tomará una serie de decisiones arriesgadas que la conducirán hasta una situación en la que ella jamás se hubiera imaginado.

Es una de las más “malas” del barrio. De aspecto vulgar pero muy atractiva, “Jessi” va pisando fuerte, siempre llamando la atención lo que, junto a su carácter extremadamente liberal, la ha convertido en una de las chicas más populares entre los chicos del instituto. Pero la fuerte ambición de la joven ha hecho que sus miras se dirijan hacia cotas más altas, por lo que no duda en prostituirse esporádicamente para ganar dinero y relacionarse con individuos más poderosos. Inteligente, calculadora y tremendamente persuasiva, Jessica ha conseguido arrastrar a algunas de sus amigas al peligroso terreno en el que ella se mueve, ya que todas la respetan por su fuerte carácter y sus aires de superioridad.

Cuando se percata de que Catalina siente curiosidad por “El Duque”, del cual ella está enamorada, Jessica atisba la posibilidad de atraer a la joven hacia su pequeña red de prostitución haciéndose pasar por su amiga y confidente y mostrándose como aquella que le va a sacar de la mediocridad para introducirla en el paraíso, sin sospechar que sólo pretende deshacerse del obstáculo que ella supone para alcanzar sus metas.

Creció en el mismo barrio de los protagonistas pero supo encauzar su trayectoria sobreponiéndose al difícil ambiente que le rodeó desde niño. Inteligente, obsesivo y perfeccionista hasta lo patológico, logró terminar los estudios de Derecho, sacar la oposición a Policía y formar parte de la Brigada de Estupefacientes. Aunque su rectitud y hermetismo lo aleja de los que le rodean, Torres es considerado entre sus compañeros como un hombre bueno, honrado y muy eficiente.

El asesinato de una chica renueva sus lazos con el pasado y le pone en contacto con antiguos compañeros de infancia. Todo apunta a que los culpables son del entorno de “El Duque”, a la que conoce desde niña, por lo que convierte a la joven en el símbolo de una lucha contra aquello que tanta desgracia ha generado en su entorno más cercano.

La madre de Catalina y Jesús es una mujer luchadora, generosa y amable que goza del respeto y el cariño de todos los que la conocen en el barrio. Moderna y atractiva, trabaja como teleoperadora y hace arreglos de ropa para las vecinas para ganar un sobresueldo. Su sueño es llegar a diseñar su propia línea de ropa. Convencida de que tener una buena formación es fundamental en la vida, Fina se ha preocupado de dar a sus hijos una educación y valores como la honradez, la responsabilidad y el respeto a los demás. Desde que su marido la abandonó ellos han sido el centro de su existencia y desde entonces se dedicó en cuerpo y alma a sacar a su familia adelante. Cuando Catalina se adentra en el universo de “El Duque” y Jesús comienza a correr los riesgos propios de las carreras ilegales, Fina no dudará en enfrentarse de pleno a los problemas de sus hijos, a los que tratará de ayudar con todos los medios a su alcance.

Es el hermano mayor de Catalina. Responsable, maduro, valiente y de carácter noble, Jesús se vio obligado a tomar las riendas de su hogar cuando su padre abandonó a la familia siendo él y su hermana aún pequeños. La ausencia de un referente masculino desarrolló en él un marcado instinto protector hacia las mujeres de la casa, en especial hacia Catalina, a la que dedicó una especial atanción, ganándose con ello su respeto, cariño y admiración. Cuando la situación económica lo requirió, Jesús abandonó los estudios y se puso a trabajar como mecánico de coches, una profesión en la que pronto destacó gracias a su gran habilidad y a su pasión por los automóviles.

Cuando Catalina comienza a verse con “El Duque”, Jesús trata de advertirle del peligro, ya que el joven es un viejo amigo de la infancia y conoce bien su trayectoria. Es entonces cuando la relación con su hermana comienza a enfriarse, coincidiendo además con que Jesús se queda en paro, lo que le lleva a iniciarse en la participación de carreras ilegales para conseguir dinero rápido.

Es la confidente y mejor amiga de Catalina, la que está más al corriente de sus deseos e inquietudes y la que mejor conoce la pasión de su amiga por “El Duque”. Mucho más centrada que el resto de compañeras de instituto, Clara, persona de gran corazón, alertará a Catalina de los peligros que conlleva adentrarse en el mundo de Jessica y “El Duque” y hará lo posible por que se piense las cosas dos veces antes de tomar una decisión.

En el terreno personal, Clara sabe mantener los pies en la tierra, a pesar de vivir en un entorno en el que abundan las oportunidades para desviarse del buen camino. La joven iniciará una relación con Jesús, el hermano de Catalina, y le ayudará a velar por su hermana cuando ésta más lo necesite.

Forma parte del grupo de Jessica y asiste con ella a la fiesta de narcotraficantes a las que la joven abastece de chicas. De las tres adolescentes de la pandilla, ella es la que ha tenido una vida más difícil. El deseo de escapar de los malos tratos y los abusos de su padre la conducen a unirse al grupo de Jessica, al ser este el único universo en el que la joven puede evadirse del terrible ambiente familiar que la rodea.

Es otra de las chicas del grupo de Jessica, al que se une en busca de una oportunidad para conocer a algún importante productor de cine y alcanzar su sueño de ser actriz. De toda la pandilla, Cristina es la más inconsciente y la que entra en el entorno de los narcotraficantes con más facilidad, por no pensar detenidamente en las consecuencias de sus actos.

Vanesa es sensible e influenciable. Podía haber ido por el buen camino en caso de haberse rodeado de las compañías adecuadas, pero termina inmersa en el mundo de las drogas cuando se da cuenta de que el agujero negro en el que se ha metido al asistir a las fiestas y ceder a los deseos de los narcotraficantes.