Ariadne Artiles, sobre cómo lleva la crianza de sus gemelas: "Con paciencia, no queda otra"

Tres años después de estrenarse en la maternidad con su hija Ari, el pasado mes de abril Ariadne Artiles ampliaba la familia con María y Julieta. Las gemelas, a las que rápidamente otorgó el apodo de “guerreras” por las complicaciones que sufrieron durante su nacimiento, llegaban para dar un nuevo vuelco a su vida. Ahora, diez meses después de dar a luz, la modelo ha dado respuesta a algunas dudas de sus seguidores sobre todo lo relacionado con sus pequeñas.

La canaria ha confesado que la recuperación de la cesárea está siendo “durita, nada que ver con el parto natural” que, en su caso, “fue maravilloso”. Ariadne, muy agradecida con el doctor que la atendió porque le debe “mi vida y la de mis hijas”, recomienda “no crearse expectativas” y confiar siempre en estos especialistas.

También se ha sincerado sobre la lactancia y la alimentación de sus gemelas, que duermen en su misma habitación pero en la cuna -lo logra "con paciencia, no queda otra"-. Sobre lo primero, Artiles apostó por la exclusiva los primeros cinco meses y luego empezó con mixta hasta los siete meses, “primero a una y luego a otra, y a la hora y media vuelta a empezar”. En cuanto a dar alimentos sólidos a las pequeñas de la casa, “ha empezado hace nada porque al ser prematuras me ha dado mas miedo, pero ya comen de casi todo".

La diseñadora abandonó recientemente la lactancia porque “ya no era viable” para ella. “Esta vez ha sido más duro”, admitía, “pero me siento tranquila de haberlo hecho lo mejor que he podido, aunque con mucha penita”, lamentaba Ariadna, que asumía que “nunca es igual con cada hijo aun siendo la misma madre”.

No solo ha tenido tiempo para hablar de la maternidad, también ha querido actualizar el estado de su padre, que salió de la UCI a finales de enero tras más de dos meses ingresado. Ariadne denunciaba públicamente que su padre llevara un mes en el hospital y no se le diese la oportunidad de verlo con todas las medidas de seguridad y, “sin embargo, la gente sí puede ir a comer a un restaurante sin mascarilla o fumar a la calle sin mascarilla”.

No ver a su padre durante tanto tiempo le hizo reflexionar sobre las relaciones personales y lo primordial que es disfrutar de la compañía de los demás en la vida. Afortunadamente la situación progresa adecuadamente y él se está “mejorando, aún en críticos, pero dando pasos hacia adelante, que es lo más importante”.