Elena Tablada confiesa que su separación de Javier Ungría afectó a su situación económica: "Perdí la estabilidad"

  • Elena Tablada ha hablado como nunca de su separación con Javier Ungría

  • La diseñadora ha confesado que su ruptura afectó a su "estabilidad económica"

Seis meses han tenido que pasar para que Elena Tablada se haya animado a hablar de su divorcio de Javier Ungría. En agosto de 2022, tras seis años de relación, dos bodas y una hija en común, su matrimonio tocó fondo. Por aquel entonces, tal y como puedes ver en el siguiente vídeo, la ex de Bisbal no ocultó el estado de shock en el que se encontraba por su separación. Especialmente al enterarse, unas semanas más tarde, que él había sido pillado con otra mujer que no era ella.

“He llorado mucho y ha sido enriquecedor para mí llorar y ver que nada es eterno”, reflexiona la diseñadora en una reciente entrevista con la revista ¡Hola!, donde asume que en la vida llegan “personas que llegan a tu vida para cumplir una misión y, cuando la cumplen, se tienen que ir, hay que dejarlas ir”, aunque sea “doloroso” porque “quieres aferrarte a ellos para mantener el ideal de vida que tenías”.

De hecho, Tablada reconoce que ella no solo perdió su ideal a raíz de su ruptura, también “mi estabilidad económica, mi imagen de mi misma, mis ganas o mi luz”. Un capítulo oscuro del que aprendió lo importante que es establecer límites y de dosificar lo que entrega de sí misma. “No tengo reparo en admitir que me rompieron o me dejé romper en mil pedazos, pero me perdono y estoy orgullosa de ir sanándome”, reivindica la hispanocubana, que ahora se valora y se da el cariño que necesita.

¿Por qué se divorciaron Elena Tablada y Javier Ungría?

El motivo principal de su divorcio, según el testimonio de Elena Tablada, es que tanto ella como Javier se convirtieron "en islas individuales" con "escalas de prioridades" desiguales. Una "montaña rusa" en la que entraron en juego "los egos" y que le hizo ver que "lo que pensaba que era ideal dejaba mucho que desear".

La paternidad, campo que la protagonista de nuestra noticia califica como "un acto de inmensa generosidad" que "supone mucha responsabilidad, porque tienes que estar dispuesto a ceder tu primer lugar en la escala de la familia para tus hijos, que son quienes realmente tienen que ocupar ese primer lugar", también fue un punto de inflexión en su relación.

Con respecto a la posible existencia de terceras personas, la madre de Ella Bisbal ha quitado hierro al asunto y ha asegurado que eso "no tiene importancia alguna". "Es más, hubiera sido todo más fácil y sano. Las excusas fueron tan crueles que, como madre, solo me nació dejarlo ir y alejarme lo máximo posible", ha apuntado.

Fue ahí, al percatarse de que su "amor no era lo suficientemente fuerte", cuando entendió que "lo mejor es dejar ir para que lleguen cosas nuevas". Sin la necesidad de buscar razones o tener una disculpa, la diseñadora inició un trabajo de crecimiento personal que, con ayuda profesional, meditación y el cariño de sus hijas, le ha servido para salir de este bache.