La celebración del bautizo de Ana Sandra en casa de Ana Obregón: una "juerga" familiar con un Aless muy presente

En verano de 2020, tras haber sido diagnosticado de cáncer a los 25 años, fallecía Aless Lequio. Su madre, Ana Obregón, se sumía entonces en un dolorosísimo proceso de luto del que ha hablado en profundidad en los últimos meses, que le llevó incluso a pensar en el suicidio. Finalmente, la presentadora decidió que su motor para seguir adelante era dar cumplimiento a las tres promesas que había hecho a su hijo antes de despedirse de él. Una de ellas consistía en traer descendencia al mundo con el material genético que había dejado antes de morir. Tras varios intentos sin éxito, el pasado mes de marzo llegó Ana Sandra mediante un proceso de gestación subrogada que se convirtió en auténtico debate nacional. El pasado domingo, casi nueve meses más tarde, tuvo lugar el bautizo de la niña y la posterior celebración familiar.

Ana Obregón reunió a sus hermanos, sobrinos y amigos íntimos en el bautizo de su nieta

La iglesia de Nuestra Señora de La Moraleja, en la que tuvo lugar el funeral de Aless Lequio hace ya tres años, acogió el bautismo de su hija. A ella se desplazó el clan Obregón prácticamente al completo y algunos de los amigos más íntimos de Ana y su hijo. Aunque la ceremonia religiosa fue privada, sí pudimos ver a los asistentes a la entrada y salida del templo. Todos ellos se reunieron después en la casa de la bióloga en La Moraleja: ¿cómo fue la fiesta familiar?

El hermetismo con respecto a los detalles del bautizo en las semanas previas tenía una previsible explicación: la exclusiva que Ana había pactado con la revista ¡Hola! y que ha visto la luz este miércoles. El reportaje, realizado durante la fiesta posterior incluye, además de un extenso álbum con imágenes del gran día de la pequeña, una entrevista a la presentadora en la que, entre otras cosas, lanza algún dardo a Alessandro Lequio, el gran ausente del bautizo.

Todos los detalles de la fiesta familiar posterior al bautizo de Ana Sandra

Pero, además, el texto permite conocer cómo fue esa posterior reunión familiar en una casa que ha decorado completamente por Navidad tras varios años sin hacerlo debido a la ausencia de su hijo. Sin faltar un rincón por ornamentar y con el rosa como color protagonista, a juego con el estilismo que lució durante la jornada, el salón de la mansión acogió a familiares y amigos. Entre ellos, los cuatro hermanos de Ana Obregón y la práctica totalidad de sus sobrinos. Por supuesto, también los padrinos de Anita: Celia Vega-Penichet y Giacomo Ugarelli, prima y amigo de la infancia de Aless, unidos ahora por la pequeña.

La fiesta contó con un catering "delicioso" a cargo de la empresa Cristina Oria, con distintos platos y roscones de postre, así como una gran tarta rosa con el nombre de la pequeña y unos zapatitos comestibles. "A los invitados les pedí que se fueran pronto, aunque no sabes qué juerga tenían todos", reconoce la actriz a la citada revista. Fueron los horarios de la niña, de solo nueve meses, los que provocaron que Obregón optase por una celebración doméstica: "Les dije que vinieran a casa a merendar y que en una hora los echaría a todos", reconoce entre risas. Durante la velada, mucha alegría y el recuerdo constante a Aless, cuyos retratos preside la estancia y cubren prácticamente la totalidad de la misma.