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Famosos fallecidos

Así habló de la muerte Verónica Echegui en una entrevista con Divinity: "Te puede sorprender en cualquier momento"

Verónica Echegui, en una fotografía de archivoGetty Images
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La actriz Verónica Echegui fallecía este domingo a los 42 años de edad, según fuentes de su entorno han confirmado al periódico 'El Mundo' y 'El País'. La actriz, que saltó a la fama en el año 2006 por su interpretación de La Juani en la película de Bigas Lunas, había estado ingresada los últimos doce días en el Hospital 12 de Octubre de Madrid debido a una enfermedad. A lo largo de su carrera profesional, la intérprete había mantenido al margen su vida personal. El público fue testigo de la relación de trece años con el también actor Álex García, con quien mantenía contacto a pesar de su ruptura. También habló en ocasiones de su hermano, pero supo mantener su vida familiar al margen del revuelo mediático.

La última vez que la vimos en la pequeña pantalla fue en 'A muerte', una comedia romántica que se estrenó el pasado 14 de junio. Sin embargo, en una entrevista concedida a Divinity, a la redactora Paka Díaz el pasado mes de noviembre, la actriz nos contó que tenía el guion escrito de la nueva peli que iba a dirigir: "Ya tengo la producción y estamos con la financiación. Estoy deseando rodar". También habló de belleza, de libertad, de sus proyectos y de la muerte, tal y como puedes leer a continuación.

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La entrevista de Verónica Echegui nueve meses antes de su muerte

Paka Díaz quiso saber cómo había sido para ella en aquel momento interpretar a una adolescente. "¡Cansado! Piénsalo, una adolescente está llena de energía y la tienes que mostrar y mantener todo el rato. Así que acababa cada día de rodaje agotada. También ha sido muy hermoso porque he recuperado sensaciones de mi propia adolescencia. Como la mira limpia e inocente acerca de todo. Y a la hora de relacionarte con los demás, también. Mi personaje tiene una alegría de vivir que está muy presente. Sin embargo, y lo vi claro, es algo que mucha gente, como su amiga en la película, van perdiendo con la vida, con el tiempo. Y, la verdad, es una pena perder esa alegría con la que nacemos", contestó.

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"Quizá esta es una película que deberían de ver padres, madres e hijos juntos, para entender los mundos de los que venimos cada quien…", le preguntó la periodista. "Pues sí. Yo creo que las nuevas generaciones sería maravilloso que la vieran con sus padres, porque no han vivido ese momento analógico, al contrario que nosotros. Ellos no han experimentado lo que es aburrirse y lo importante que es hacerlo, en vez de recurrir al teléfono compulsivamente. Esos momentos de llamar a un amigo, que no estuviera en casa y no poder localizarle, por ejemplo. O esas esperas infinitas en que no sabías si te habían dado plantón, había pasado algo o estaban a punto de llegar… Yo creo que el hecho de que las cosas costaran más, tuvieran un proceso más largo de elaboración, que no fuera todo tan instantáneo, añadía más sabor a la vida", respondió Verónica, que se sentía "muy agradecida" de haber vivido esa "vida antigua".

De esos "años analógicos", Echegui echaba de menos "lo de ver la serie que te gusta una vez a la semana y tener que esperar al capítulo del día en que la ponen". "Yo recuerdo algunas series como 'Farmacia de guardia' o 'Compañeros', que se emitían tal día, que para mí era sagrado. Recuerdo estar esperándolo con ilusión. También hacer palomitas con mi madre para verlas. Yo creo que me gusta tanto la narrativa y el audiovisual, porque obviamente me viene de eso, de haberlo convertido en momentos mágicos", dijo.

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Si se despertase después de haber dormido 20 años, una cuestión centrada en el tema de la película de la que hablaba entonces, la actriz decía que lo que más le chocaría sería ver "la adicción al teléfono en general": "Lo de hablar solos por la calle, con los auriculares. Porque recuerdo la sensación que tuve cuando vi a una persona al lado mío que tenía un smartphone, se encendió su pantalla y vi una foto de él con su pareja. Y yo pensé, ¿pero qué me estás contando? ¿Yo por qué tengo que conocer tu intimidad si no tengo interés alguno en ti? Y es como guau, ¡qué nivel de exposición, qué pornográfico es esto! Yo recuerdo esa sensación claramente. Pero también he visto luego cómo lo he normalizado, cómo he llegado a exponer mi propia intimidad en Instagram. Tampoco gran cosa, pero por ejemplo en el cumpleaños de mi amiga decirle felicidades en público… A mí eso antes me daba mucho reparo. Me parecía que la intimidad era algo precioso y propio, que luego se revelaba o desvelaba con quien tú eligieras. No como pasa ahora, que te ves casi obligado a exponer tu intimidad".

Por todo ello, Verónica prefería utilizar las redes "solo para trabajo". "Me siento más libre así, sin redes sociales, ¿sabes? Cuando lo necesito, abro Instagram, subo el trabajo y chao. Porque además, también está el enganche a mirar. A mí me ha pasado decir, voy a subir una noticia, y luego quedarme dos horas viendo videos y fotos de otras personas. Y, la verdad, me parece una pérdida de tiempo, de energía, que no quiero, no me apetece y no se lo voy a dar. Prefiero utilizarlo para tener tiempo para mí, para estar en silencio, o hacer otras cosas, como leer. O, simplemente, tener tiempo", reconoció en la entrevista.

También habló de Ángela Molina, su madre en la película, de quien dijo que era una de las "personas más bellas y generosas" que había conocido. "Y tiene un gran sentido del humor. A su lado aprendes no solo de interpretación, sino de la vida", aseguró, comentando también que ella era su referente de belleza. "O como Lola Herrera o Elena Anaya. Son mujeres que veo que van envejeciendo con alegría y aceptándolo. Y me parecen el colmo de la belleza. De hecho, ayer me preguntaba, ¿por qué hablamos tanto del físico, de la belleza, y mucho menos o no tanto del hecho de que todos morimos, de que la muerte te puede sorprender en cualquier momento? Porque actuamos, yo por lo menos, como si la muerte no existiera, como si no te fuera a tocar. Cuando todo tiene un final y hay que prepararse para ello, pero no hablamos de ello. Y sin embargo, estamos todo el día hablando de que si la arruga esto, que si la ceja lo otro…".

Al hablar de los ingredientes que debe tener el amor para hacernos felices y que sean relaciones sanas, Verónica le dijo a Paka que, lo primero, es que seas "tú mismo". "Para mí, si no hay amor propio, no es posible amar bien a otras personas. Cualquiera lo puede comprobar. Primero te toca aprender a amarte a ti misma, y luego, si eso, ya te enamoras de otra persona. Creo que eso sería la forma ideal de tener relaciones sanas", comentó.

La actriz nos habló del proyecto que tenía en mente, que era hacer otra película: "Sí, estoy en ello. Tengo un guion escrito, ya tengo producción, y estamos con la financiación. Estoy deseando rodar". Pero también hizo hincapié en que quedaba mucho para la igualdad.

"Desafortunadamente, creo que no existe esa igualdad. Sí que estamos dando pasos, pero en realidad, no ha existido nunca y continúa sin existir. Y no debería ser así, porque no tiene sentido alguno. Sin embargo, sí que existe la alegría del poder de las mujeres, que somos seres alucinantes con mucho por desarrollar, todavía. Yo, al menos, reflexiono mucho sobre ello. Por eso escribí y dirigí 'Totem Loba'. Me hacía muchas preguntas y, sobre todo, suelo ponerme en cuestión a mí misma. Esa es una forma de crecer, pero también es mi manera de ser".

"En tu caso, el cine es también una herramienta de aprendizaje y de sanación", comentó la periodista. "Sí, en aquel corto contaba un hecho real que me ocurrió una noche en la que participé en una especie de caza de mujeres en las fiestas de un pueblo. Algo que se suponía era divertido, a mí me horrorizó. Yo no quería estar allí. La tradición no podía cambiarla, aunque sí podía haberme marchado. Pero no me escuché. Peleé mucho aquella noche, para que nadie me cogiera, pero no validé mis sentimientos, ni los expresé de cara al resto, porque no quería ser la única que lo rechazara. No quería que pensaran que estaba loca. Y eso es lo que más duele al final. Por eso hice la película y decidí que el personaje se fuera, porque yo no lo hice, yo me quedé", le respondió ella.

Lo que más le ha dolido siempre es "permitir" que le hagan daño. "Creo que ese es el verdadero dolor. Cuando una está en su sitio, ahí no entra nadie. O, bueno, no en la mayoría de casos, porque si luego te agreden con violencia, entonces, ¿qué haces? Pero vaya, creo que es muy importante escucharse y valorarse. Porque si tú te quieres es mucho más difícil que te hagan daño", dijo hace nueve meses.