El lado desconocido de David Amor: de su etapa como deportista profesional a su vínculo con María Castro

David Amor pasó de ser campeón de balonmano juvenil a reinventarse como actor y humorista, en una carrera impulsada por el apoyo clave de su amiga y actriz María Castro
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David Amor es uno de esos rostros televisivos que despiertan simpatía inmediata en la audiencia. Actor, humorista y presentador, se ha consolidado como un habitual de la pequeña pantalla gracias a su carisma y su cercanía con el público. Sin embargo, antes de triunfar en series y programas de televisión, su vida estuvo marcada por una intensa etapa como deportista profesional. Su carrera en el balonmano lo llevó a lo más alto, hasta que una lesión le obligó a reinventarse. Desde entonces, ha sabido abrirse camino con determinación, siendo reconocido incluso con el título de Míster Simpatía. Pero, además de su talento y su sentido del humor, su historia personal también está marcada por una relación especial con la actriz gallega María Castro, quien fue pieza clave en su transición hacia el mundo artístico. Te contamos todos los detalles.
Una vida marcada por el balonmano
David Amor, cuyo apellido real es López, creció en un entorno familiar gallego en el que el deporte pronto ocupó un papel fundamental. Aunque en su infancia reconoció no destacar en el fútbol como otros niños de su edad, encontró en el balonmano su verdadera pasión. Su dedicación y talento lo llevaron a formar parte de las selecciones juvenil y júnior de balonmano, llegando a proclamarse campeón de Europa y del mundo en esas categorías.
En ese momento, David Amor vivía lo que parecía el inicio de una prometedora carrera deportiva. Sin embargo, una lesión truncó sus aspiraciones profesionales y lo obligó a dar un giro inesperado a su vida. Este contratiempo supuso un punto de inflexión que lo llevó a desempeñar diversos trabajos, como camarero o repartidor de pizzas, mientras buscaba un nuevo rumbo. A pesar de este revés, su disciplina como deportista y su espíritu de superación se mantuvieron intactos, valores que más tarde serían decisivos en su salto hacia el mundo artístico.
La reinvención de David Amor llegó de la mano de la televisión autonómica gallega. En 2001 debutó en el programa 'O rei da comedia' y poco después se incorporó a 'Supermartes', un clásico de la TVG. Fue en este último donde nació su nombre artístico. El presentador, al ver cómo coqueteaba inocentemente con las invitadas, decidió bautizarlo como "David Amor", un sobrenombre que se convertiría en su seña de identidad y con el que el público lo ha conocido desde entonces.
Su gran salto a la fama llegó con 'El club del chiste', donde compartió escenario con figuras como Yolanda Ramos y Leo Harlem, y posteriormente con 'El club de la comedia', que lo llevó de gira por los principales teatros del país. Series como 'Gym Tony', 'Aquí paz y después gloria', su participación en el proyecto de HBO 'Vidago Palace', o programas como 'Tu cara me suena' consolidaron su carrera como actor y humorista.
Míster Simpatía
Su simpatía natural, su cercanía y su capacidad para hacer reír le valieron el título de Míster Simpatía en un certamen de belleza en 1999, un galardón que, más allá de lo anecdótico, se convirtió en un reflejo fiel de su carácter. Hoy, a través de sus redes sociales, continúa mostrando esa imagen positiva, compartiendo vídeos cómicos, anécdotas divertidas y contenidos que buscan alegrar el día a sus seguidores. Sin embargo, a pesar de su constante exposición mediática, siempre ha mantenido una gran discreción sobre su vida privada, de la que apenas se conocen detalles.
El gran vínculo y amistad con María Castro
El destino quiso que en medio de su etapa de incertidumbre apareciera en su vida la actriz María Castro, también gallega. No se trató de una relación sentimental, Amor siempre ha sido muy reservado respecto a su intimidad, sino de una amistad y complicidad que resultaron decisivas para su futuro. María Castro fue, en sus propias palabras, un auténtico "ángel de la guarda".
Gracias a ella, el actor entró en contacto con una agencia de modelos, un paso que le permitió adentrarse en el mundo del espectáculo y descubrir una nueva vocación. Su incursión en la moda fue la puerta de entrada hacia la interpretación y el humor, ámbitos en los que acabaría destacando. Desde entonces, la amistad entre ambos se ha mantenido sólida, simbolizando un vínculo que va más allá de lo profesional. Hoy, mientras David Amor continúa cosechando éxitos en televisión y teatro, no olvida que parte de ese camino comenzó con el apoyo de su amiga María Castro. Su historia, que une deporte, superación personal y humor, demuestra cómo los giros inesperados de la vida pueden dar lugar a trayectorias profesionales más que sorprendentes.