De un piano enorme a un viaje ostentoso: los lujos que se dieron los artistas gracias a la fama
William Levy, Andrea Duro, Zahara, Makoke y otros famosos nos cuentan lo que hicieron con sus primeros sueldos de artistas
Además, Andrea Duro confirma que su boda avanza: "Estoy en un momento muy dulce"
Hay un gesto que separa la vida anónima de la vida pública: el primer capricho que uno se permite cuando llega la fama. No es una compra cualquiera. Es un símbolo. Un momento. Una prueba silenciosa de que, de alguna manera, el esfuerzo ha dado resultado.
A lo largo de los años hemos visto de todo: desde mansiones en Beverly Hills hasta bolsos imposibles, coches de edición limitada o tratamientos de belleza que podrían financiar un máster en Harvard. La era Kardashian normalizó la ostentación, TikTok coronó el consumo como narrativa y la cultura pop convirtió el “me lo merezco” en eslogan vital.
Pero ¿qué pasa cuando preguntamos esto a los famosos españoles actuales?
En exclusiva, varias de las caras más conocidas del momento —Agoney, Andrea Duro, Michelle Renaud, William Levy, Makoke, Juanjo Bona y Zahara— han respondido a una misma pregunta sencilla solo en apariencia:
¿Cuál ha sido el mayor capricho que se han dado los famosos?
La reacción ha sido reveladora. Entre sonrisas, silencios estratégicos y alguna mirada que decía más que cualquier titular, todos respondieron. Y lo interesante es que sus respuestas reflejan una transición cultural: del lujo exhibido al lujo con relato. Ya no basta con tener. Ahora importa por qué.
Hay quien optó por algo material, casi cinematográfico. La compra que cualquiera imagina cuando piensa en fama: algo grande, brillante y perfectamente fotografiable. Hay quien eligió viajar. No un viaje normal, sino ese destino postergado durante años, reservado como recompensa privada y sin necesidad de enseñarlo.
Hay quien tomó decisiones vitales que no suelen asociarse a la palabra “capricho”, pero que cambian más una vida que cualquier objeto. También hay quien convirtió el éxito en agradecimiento: invitar, compartir, devolver lo que antes no podía ofrecer.
Hubo también una respuesta que confirma la teoría universal del éxito en la industria del entretenimiento: llegó, trabajó… y se regaló exactamente aquello que siempre quiso, sin explicaciones ni modestias. Lo más interesante no es lo que compraron, sino lo que revela de ellos.
Aquí hay personalidades impulsivas y otras calculadoras. Gente práctica. Gente emocional. Gente que ha fantaseado con este momento desde la adolescencia… y quienes aún no han decidido si darse permisos forma parte de su nueva identidad pública. Todas las respuestas pueden verse completas en el vídeo que encabeza esta noticia.
Una pista final antes de darle play: entre ellos hay un piano más grande que un salón estándar, una filosofía de vida resumida en una frase y una confesión que probablemente genere titulares. Porque si algo está claro es que la fama se puede medir en cifras, pero el primer capricho siempre se mide en carácter. Y aquí, algunos lo tienen muy definido. ¡Dale play!
"La hamburguesa mancha dedos" o "el colacao": las famosas nos cuentan sus placeres culpables
Aunque muchas celebridades cuidan su imagen al detalle, también tienen pequeños antojos que se permiten sin culpa… o con un poco. Varias caras conocidas del mundo del espectáculo han compartido, en exclusiva para Divinity, cuáles son esos placeres que disfrutan lejos de cámaras y alfombras rojas. Lejos de imágenes cuidadas, dietas estrictas o vidas aparentemente perfectas, estas confesiones recuerdan que todas, incluso las que viven bajo el foco mediático, tienen impulsos cotidianos: un antojo dulce, un ejercicio que engancha o una app a la que dedicar más tiempo del que admitirían en público. Dale play.