El primer plan de Joaquín Sabina con Jimena, su mujer, tras su retirada: "El hogar del jubilado"

Después de una gira de 71 conciertos en la que ha vendido 700.000 entradas y que le ha llevado por México, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Argentina y España, Joaquín Sabina se despedía de los escenarios este domingo 30 de noviembre. Lo hizo ante 12.000 personas y con un público entregado. Era la última vez que 'el flaco de Úbeda' se iba a encontrar con sus incondicionales y no pudo contener la emoción. "Este concierto en Madrid es el último de mi vida y por tanto el más importante. El que en unos años recordaré con más emoción", decía desde el escenario a un público consciente de que estaba viviendo un momento que quedará grabado para siempre en la historia de la música de nuestro país.

El jienense cerraba así una carrera de cinco décadas en las que una de las voces esenciales de la música en castellano del último medio siglo y uno de los compositores de mayor éxito. Sabina decía adiós a los escenarios a los 76 años para empezar una nueva etapa en su vida en la que quiere disfrutar de una vida más hogareña en el dúplex en el que reside en el centro de Madrid. "Tengo muchas ganas de quedarme en casa, de ser menos una persona pública a la que matan a selfies cuando sale a la calle y de dedicarme a leer y a pintar", decía en este último concierto. Y dicho y hecho. Unas horas después de despedirse de su público, el artista ha comenzado esta nueva vida rodeado de su entorno más cercano.

El primer plan de Joaquín Sabina tras retirarse

Después de decir adiós, Joaquín Sabina ha querido empezar su nueva vida y lo ha hecho con una reunión de amigos en la que no ha faltado su mujer, Jimena Coronado. El músico se ha reunido con un numeroso grupo de amigas en un local en el que ha juzgar por imagen han brindado por los nuevos tiempos que vienen. Quería pasar de la ajetreada vida del músico a una vida "más tranquila e introspectiva" en la que iba a dar prioridad "al disfrute personal". Y así lo ha hecho.

En su primer día como artista retirado, el jienense se ha rodeado de sus amigos para celebrar juntos. "Lunes, 1 de diciembre 2025. El hogar del jubilado", ha escrito Jimena Coronado en sus redes, donde ha compartido esta imagen en la que Joaquín Sabina en el centro, rodeados de los suyos y brindando por esta nueva vida en la que podrá dedicarse a sus otras grandes pasiones como leer y pintar y disfrutar de los que la vida le regale. "Observar el mundo desde la ventana de mi casa… eso me llena ahora mismo más que subirme a un escenario".

Así vivió Candela Serrat el último concierto de Joaquín Sabina

El último concierto de Joaquín Sabina ha sido uno de los grandes eventos musicales de este año en nuestro país y su familia y sus amigos más cercanos quisieron arroparle en este día tan importante en su carrera. Por supuesto, Candela Serrat fue una de las que no quiso faltar a esta despedida. Un día muy emocionante para ella debido al vínculo que mantiene con el artista jienense desde niña debido a la profunda amistad entre su padre, Joan Manuel Serrat, y el jienense. "Ayer fueron muchas cosas. Un revuelto de contradicciones. Fueron los recuerdos de siempre y los que no habíamos vivido nunca. Fue un hola y un adiós. Una despedida, pero también un reencuentro. Fue las sensación de alejarse pero también la de sentirse abrazado. La de estar en sintonía con gente desconocida pero también con los amigos de toda la vida. Fue una rotura de corazón y a la vez un alma llena. Fue un 14 de Febrero y un mes de Abril. Pero sobre todo, fue familia", ha empezado diciendo Candela, que ha recuperado fotos antiguas asistiendo a conciertos de Sabina.

El concierto fue un día para el reencuentro con amigos y familia. Con todos aquellos que ha compartido desde niña esta profunda admiración por Sabina, cuyas canciones forman parte de la banda sonora de su vida. "Aquí, lo importante, siempre ha sido la familia. Los que hemos tenido la enorme suerte de crecer con estas canciones en los pasillos. Porque nosotros, también hemos crecido con estas canciones. Están por todos los pasillos de nuestras casas como en las vuestras. Son también nuestra infancia, nuestra adolescencia y nuestra adultez. Están presentes en nuestra vida, como un mapa que nos recuerda todos los momentos que las han conformado. Y en las de nuestras madres, nuestros hermanos, nuestros hijos, parejas, abuelos y abuelas y familia y amigos que nos han dado la mano por el camino".

Ser testigo del último recital de Sabina ha traído a su memoria un sinfín de recuerdos por todo lo que significan esas canciones en su vida y en la de muchas generaciones. "Nuestros recuerdos también están atados a todos estos acordes. Nos han enseñado emociones, culturas y fronteras (o la necesidad de romperlas). Estos himnos nos han enseñado la lucha y la riqueza de la palabra, la protesta y la unión. Quizá la única diferencia es que hemos tenido la enorme suerte de vivirlo juntos, desde siempre. Pero después de la noche de ayer (y de recordar la del 23 de Diciembre del 22) no veo tal diferencia. Quizá lo más bello que queda, es el haber estado juntos el 30 de Noviembre. Todos", ha terminado diciendo Candela.