La mítica casa donde Joaquín Sabina vive con su pareja Jimena Coronado: un duplex en el centro de Madrid
Un oasis en pleno centro de Madrid donde cada rincón está impregnado de la personalidad del artista
Así son la mujer y las hijas de Joaquín Sabina, protagonistas del ultimo videoclip de su carrera
MadridSi hay un artista que forma parte de la historia de la música española ese es Joaquín Sabina, quien ha conquistado los escenarios con sus letras poéticas y su inconfundible voz. Padre de dos hijas, autor de himnos generacionales como ‘19 días y 500 noches’, ‘Y nos dieron las diez’ o ‘Peces de ciudad’, no hay duda de que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular gracias a su lirismo urbano, su ironía afilada y su mirada lúcida sobre la vida, el amor y el desengaño.
Sabina ha sabido ser un narrador de lo cotidiano, un observador de la calle que ha traducido en canciones las emociones más complejas con palabras sencillas. Y esa misma sensibilidad que le caracteriza en la música, se materializa también en su forma de habitar el espacio. Su casa en Madrid, que comparte con su esposa Jimena Coronado, es el fiel reflejo de esa vida marcada por el arte, la literatura y la introspección.
Situado entre los barrios de Latina y Lavapiés su piso es mucho más que una vivienda: es un refugio vital. Él mismo ha vivido en esta parte del centro histórico desde sus primeros años en la capital, y no ha querido mudarse ni cuando la fama lo habría permitido. El barrio es parte de su identidad, y su casa lo expresa con la misma coherencia.
Aunque es muy celoso con su vida privada, en 2008 permitió que la revista AD entrase en su hogar, donde explicó con todo tipo de detalles cómo fue esa mudanza y reforma. Precisamente esas imágenes son las que han abierto una ventana a todos aquellos que desean saber cómo es la vivienda que acoge al cantante.
Se trata de un dúplex que ocupa dos plantas en un edificio tradicional de esquina, lo que permite que cuente con doce balcones a la calle, una característica que no solo le aporta una luz privilegiada, sino también una conexión directa con el pulso de la ciudad. La reforma integral fue realizada por un arquitecto de confianza, recomendado nada menos que por su amigo Joan Manuel Serrat. El resultado es una mezcla armónica de tradición y modernidad, que conserva el carácter original del inmueble pero adaptado a las necesidades de una vida cómoda y contemporánea.
Tal y como se aprecia en las imágenes, los interiores de la casa están lejos de seguir tendencias efímeras. Aquí todo tiene un sentido: los muebles, los cuadros, los libros, los discos, las fotografías... Cada rincón parece contar una historia, como si cada objeto hubiera sido elegido con el mismo cuidado con el que Sabina escoge una palabra en sus canciones.
El estilo ecléctico reina en el salón, el dormitorio y en su estudio: desde muebles de madera, hasta alfombras persas, jarrones procedentes de Latinoamérica, arte contemporáneo que convive con retratos familiares y recuerdos de giras. Y libros, infinidad de libros.
En general, la atmósfera es serena, íntima, casi bohemia. Los techos altos, los suelos de madera y los detalles arquitectónicos originales aportan autenticidad, mientras que la luz natural, que se cuela a raudales por los balcones, dota al conjunto de una calidez acogedora que invita a quedarse, a componer, a leer o simplemente a observar.