Anna Padilla, Violeta Mangriñán y otras influencers hablan de su relación con la religiosidad: "Hay que abrir la mente"
El fenómeno espiritual que ha despertado Rosalía con 'Lux' no se ha quedado en las listas musicales: ha llegado a las redes sociales, a las conversaciones entre amigas y ahora también a las creadoras de contenido
Entre reflexiones íntimas y humor, sus respuestas revelan algo en común: la espiritualidad ya no se impone, se elige, ¡dale play!
Durante los últimos años, hablar de fe o religión entre jóvenes parecía pasado de moda. España continúa siendo uno de los países más secularizados de Europa, y tradicionalmente la espiritualidad había sido vista como algo rígido, doctrinal o anticuado. Sin embargo, una nueva relación con lo trascendente está emergiendo: más íntima, libre, estética y personal. Meditación, tarot, retiros wellness y ahora también el pop mainstream están reabriendo el debate. Y lejos de ser casualidad, una artista lo ha convertido en tema cultural: Rosalía.
'Lux': cuando el pop se vuelve espiritual
El último álbum de la cantante catalana no solo acumula cifras récord, sino que ha provocado una conversación inesperada. 'Lux' está construido a partir de un imaginario espiritual claro: canto gregoriano, flamenco, electrónica, disciplina de estudio y una imaginería basada en símbolos religiosos.
La religiosidad en las canciones de Rosalía se refleja especialmente en este proyecto, con títulos como "Mio Cristo", "Reliquia" y "Porcelana", así como en videoclips como "Berghain", donde aparece iconografía cristiana como cruces, rituales y referencias al Sagrado Corazón. Cada pieza incorpora elementos simbólicos: "Reliquia" juega con la frase "Soy tu reliquia", en alusión no solo al significado de "resto", sino también al religioso: un objeto o fragmento de santo que se venera. "Porcelana" incluye expresiones como "Lux mundi" (Luz del mundo) y "No soy una santa pero estoy blest", un híbrido entre tradición latina e inglés contemporáneo. "Mio Cristo" profundiza en la figura de Cristo desde un enfoque emocional, con versos como "Mio Cristo Piange Diamanti", donde mezcla devoción, dolor y belleza. En "Berghain", la iconografía religiosa aparece entre neones, baile y clubbing, uniendo estética sacra y cultura nocturna para hablar de desamor, deseo y redención: "La única manera de salvarnos es a través de la intervención divina".
Rosalía también incorpora ideas y citas de figuras espirituales, señalando una investigación consciente sobre el sentido de la fe en tiempos contemporáneos. Según dijo Rosalía en el podcast de The New York Times, donde destripó los secretos de su nuevo disco, el álbum nació de una búsqueda personal: "He tenido siempre este deseo: ¿cómo puedo acercarme a Dios?" Más que dogma, 'Lux' plantea preguntas. ¿Qué nos sostiene? ¿Qué significa creer hoy? ¿Hay espacio para la espiritualidad fuera de la religión institucional?
Preguntamos a las influencers: ¿Qué lugar ocupa la espiritualidad en su vida?
Los datos ya apuntaban una tendencia: los jóvenes se declaran menos religiosos que generaciones anteriores, pero quienes creen lo hacen desde la autonomía. La espiritualidad ya no se vive como norma familiar, sino como exploración personal. Ya no se trata de “pertenecer”, sino de conectar.
Para comprobar cómo se vive este fenómeno en la práctica, lanzamos la pregunta a varias creadoras de contenido durante la fiesta navideña de 'GHD'. Sus respuestas reflejan con claridad este nuevo paradigma. Anna Padilla: "No estoy bautizada, pero sí creo en la espiritualidad. Abrir la mente siempre suma." Elena Gortari: "Soy creyente… a mi manera." Violeta Magriñán: "Si mi hija quiere hacerse monja… pues yo voy al convento a verla." Tres formas distintas de relacionarse con lo trascendente, pero un mensaje en común: la espiritualidad ya no se impone, se elige. Dale play para ver sus respuestas y unirte al debate.
