Ainhoa Arteta reaparece decaída tras su ruptura con Matías Urrea y sus problemas de salud

Ainhoa Arteta está viviendo una de sus etapas vitales más complicadas. El pasado mes de marzo, la soprano se contagiaba de COVID-19 y tuvo que hacer frente a las graves secuelas que dejó en su cuerpo la enfermedad. Llegó incluso a perder la movilidad de las piernas a causa de la mella que hizo el virus en su organismo. Una delicada situación que se agravaba aún más este verano. La guipuzcoana era ingresada de nuevo en el hospital por un cólico nefrítico que derivó a una septicemia, obligándola a permanecer en la UCI durante diez días. Las complicaciones derivadas de esta infección hicieron que los médicos amputaran parte del índice de la mano derecha de la artista y un dedo del pie izquierdo.

A esta funesta racha habría que añadir su compleja separación con Matías Urrea, su cuarto marido, que ha suscitado un gran interés en la crónica social. Ante tal polvareda mediática, la cantante tomaba la decisión de desaparecer públicamente y refugiarse en la casa del hombre más importante de su vida, José Ramón Arteta, su padre, en un pequeño municipio de Vizcaya llamado Ispáster. Es el pueblo en el que pasaba los veranos en casa de sus abuelos y en el que ahora reside con su progenitor: un lugar perfecto para reponerse emocionalmente y esperar a que se calmen las aguas.

Allí ha sido fotografiada por los paparazzi mientras daba un paseo sola, cabizbaja, y abatida ante todo lo acontecido en este fatídico año. Dos de las revistas del corazón con mayor tirada nacional, Lectura y Semana, recogían en su portada la esperada reaparición de la artista.

Tras las duras declaraciones de Matías Urrea sobre su relación con Ainhoa, este martes llegaba el turno de José Ramón Arteta, que rompía el “pacto de silencio” que había hecho con su hija para no hablar de las especulaciones que rondan sobre su relación con el militar. “Se está recuperando muy, muy bien”, desmentía a Omar Suárez que su hija estuviese actualmente con el ánimo por los suelos: “Aunque sea difícil, ella está con mucha fuerza, está estupendamente bien, sigue con la valentía que siempre ha tenido, ella es muy fuerte”.

Pese a que en un principio no quería pronunciarse sobre la polémica ruptura de su hija: “Es una asunto que además hemos pensado mantener un absoluto silencio”. Confiesa que la magnífica relación que guardaba con su exyerno es cosa del pasado. “Actualmente he cortado totalmente toda la relación […] Ainhoa no se preocupa de esto”, se mostraba tranquilo José Ramón, que aprovechaba esta intervención para defender el carácter de la cantante de ópera: “Es diva en el escenario pero en la vida es lo más sencillo que se puede encontrar”.