Con el modo grabación encendido y el móvil en la mano, Andrea Molina ha ido relatando en su Instagram una situación incómoda que acababa de vivir: "Acabo de salir de hacer gimnasia ahora mismo, yo voy tarde porque no puedo antes y voy en coche. En el camino de vuelta del gimnasio a mi casa pues me ha pasado algo bastante incómodo", comenzaba a relatar la actriz.
"Se ha puesto de repente un coche a mi lado una furgoneta blanca con dos chicos dentro y han empezado a pitarme. Yo al principio no sabía de donde salía el pitido y miraba para atrás porque pensaba que estaba haciendo algo mal, hasta que han bajado la ventanilla los de coche y han empezado a chasquearme, como a los perros", contaba la hija de Lydia Bosch
"De eso han pasado a subir la música y a poner una canción de reggaeton (yo soy muy mala con el reggaeton la verdad) pero solo sé que la canción hablaba algo de 'quiero hacértelo todo' o algo así", explicaba. La situación, que ha sido más larga de lo que esperaba, no ha terminado ahí: "Estaba el semáforo en rojo, cunado se ha puesto en verde he acelerado rápido, he seguido y he tenido la mala suerte de que había otro semáforo en rojo. He estado en una recta de unos 500 metros, con ellos por detrás pegado su coche al lado mío y con todo esto repetidas veces", contaba. La actriz, después de explicar la situación que acababa de presenciar, ha querido reflexionar sobre lo que ha sentido y resaltar la importancia de la reciente huelga feminista del 8 de marzo.
"Me he sentido súper incómoda y lo único que hacía era mirar al frente, ignorar y hacer como que no les escuchaba pero obviamente les estaba escuchando", y continuaba: "Señores después preguntan por qué se hacen manifestaciones, por qué se reivindican, por qué hay días que todas las mujeres salen a la calle y piden respeto: Por cosas como estas y por muchas más que suceden a día de hoy se necesitan hacer estas manifestaciones y estas llamadas de atención. Es muy fuerte que en el 2019 yo, con 27 años, tenga que estar incómoda porque hay dos cazurros, dos burros, que se dedican a intimidarme", terminaba.
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