Dani Rovira cuenta cómo se enteró de que tenía cáncer: "El chivato fue un doble bulto en la clavícula"

Dani Rovira ya no es solo el actor más querido de España, que también. Un cáncer llegó a su vida hace seis meses para convertirle en referente, en un ejemplo de superación ante la adversidad y en una lección de vida con patas que nos enseñó que el humor y el amor lo cura casi todo. También la medicina, por supuesto. No se habría curado de este linfoma de Hodgkin sin el trabajo de Eduardo García Rico, Carlos Macías, Mamen Rubio y Emilio Sánchez, su equipo médico. Y una vez pisada la meta toca hacer balance, contar su experiencia y hacer que a esa personita que le escucha al otro lado de la pantalla le llegue esa positivada que tanto le sirvió al humorista en su lucha contra el bicho.

Desde Grecia, donde ha experimentado "la vuelta al trabajo más maravillosa" de su vida tras afrontar el rodaje de una coproducción europea, el protagonista de 'Ocho apellidos vascos' ha conectado en directo con la Fundación Josep Carreras, cuyo objetivo es conseguir "que la leucemia sea, algún día, una enfermedad 100% curable". Es importante recalcar que cada año 10 mil personas nuevas son diagnosticadas del mismo linfoma que Rovira, ya que estamos ante el cáncer más prevalente de la sangre. Pero, ¿cómo se enteró Dani de que formaba parte de ese grupo?

"El chivato fue una especie de doble bulto en la parte de la clavícula. Mi mejor amiga es médico, pero por muchas fotos que le mandara nunca se sabe. Me dijo: 'Si en una semana no remite, pueden ser mil cosas'. Muchas de las cosas no me las decía por no asustar. Parecía que iba agrandando", ha confesado. Por entonces llevábamos dos días desde que se declaró el estado de alarma. Ir a urgencias por un bulto parecía una locura para Dani. Hasta que decidió salir de dudas. "Ahí descubrí el mediastino, que es como una especie de hueco dual que está en el esternón por donde pasa el sistema linfático y que tiene forma de huevo". Gracias a eso logró pillarlo a tiempo.

Las claves de Dani Rovira para vivir su lucha contra el cáncer con positividad

Antes de enfrentarse a esta enfermedad, Dani Rovira se ha hecho un máster, "pero eso que nos llevamos". A él le sirvió el ejercicio (aunque "cuando no tienes fuerzas ni para levantarte del sofá es imposible"), la comida sana y rodearse de la gente "básica pero imprescindible". También fue clave el humor, "intentar reírse de uno mismo", algo que él hizo desde el segundo día. Dejarse mimar por su entorno, incluso dejarles que jueguen con él a desdramatizar su situación, sirvió de mucho. Y así, con todos ingredientes, logró llegar al sexto mes (y al final del tratamiento) "sin ser un despojo".

Que el diagnóstico de un cáncer coincidiese con una pandemia mundial no ayudaba. De ahí que el actor, tal y como ha compartido en este aplaudidísimo directo, crease un cordón sanitario para evitar cualquier información mediátizada de las que llegaban desde la televisión y las redes sociales. En su casa, donde estuvo cuidándole su compañera de vida Clara Lago, solo se veía 'Friends' y 'Modern Family'. Todas las temporadas. Porque todo lo que rodee el proceso de positividad siempre funciona.