“Me llamo Dotan Negrin y viajo alrededor del mundo tan sólo con mi piano”

Ton Vilanova 06/08/2015 20:00

Dotan llevaba una vida normal, anodinamente normal. Nacido en Nueva York, su mismo nombre nos da la pista de sus raíces griegas e israelíes. Cuando acabó el instituto se matriculó en la universidad, estudio algo de teatro y al acabar comenzó a trabajar como agente inmobiliario o en una tienda por internet de zapatos. Sin más… hasta que él mismo cambió su destino.

En 2010 decidió despedirse de su empresa y vivir. Lo único que quería era tocar su piano en diferentes sitios, llevar su música y su alegría por el mundo y conocer gente nueva y sorprendente que le enriquecieran el alma. Con el dinero del finiquito y algo más que tenía ahorrado se compró una camioneta en eBay y con la compañía de su piano y de su perro Brando se lanzó a la carretera. Su novia fue su gran cómplice e incluso le acompañó en alguno de estos maravilloso viajes.

“Quiero conocer a la gente del mundo y entender de dónde vienen, sus creencias, lo que les angustia”, afirma en su página web, que se ha convertido en todo un templo del buenrrollismo y el entusiasmo. “Cualquiera puede llevar un teclado a la calle y tocar. Yo quería hacer algo que fuese retador y extraordinario”.

Todo comenzó con algunas ciudades de Estados Unidos como Seattle, Nueva Orleans o San Francisco, a las que poco a poco fue sumando destinos. En los primeros cinco meses conoció 44 ciudades americanas y tocó en ocho parques naturales, pero sus límites se abrieron. En los últimos tres años ha recorrido más de 300 ciudades en 21 países, repartiendo notas musicales ahí donde va a cambio de unas monedas que le ayuden a mantener su sueño.

Por supuesto ha habido días malos, días en los que las lesiones o la falta de dinero han hecho mella en su iniciativa. “La gente no se da cuenta pero es muy difícil, ha habido veces en las que me he despertado y he sentido que ni siquiera quería hacer esto”. Pero la fuerza de su novia y de sus miles de seguidores en Instagram (@pianoaround) ha hecho que siga al pie del cañón y que su piano ha haya dejado de sonar.

En 2013 tuvo la gran suerte de llamar la atención de la compañía de neumáticos Goodyear para su campaña “Kilómetros de historias”, lo que le reportó más fama e ingresos. Aun así el mantiene su mensaje humilde: “No soy una celebridad en la televisión. Esto es tan real como parece. No hay un productor detrás. No hay guion. Soy un tipo normal con grandes sueños”… que además hace soñar a muchos de nosotros.