Fiona Ferrer, sobre el reencuentro entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas: "Fue bonito y emotivo"

Poco más de un año después de comunicar su divorcio tras 20 años de matrimonio, Enrique Ponce y Paloma Cuevas volvían a verse las caras el pasado sábado por una cita muy especial: la primera comunión de Bianca, la segunda hija de la expareja. La finca familiar ‘La Cetrina’, adornada minuciosamente para acoger a familiares y amigos en común, fue el escenario perfecto para esta celebración. Allí se desplazaron algunos rostros conocidos, como Fiona Ferrer, que ha descrito cómo fue el reencuentro entre ambas partes.

La empresaria de moda no se quiso perder la primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde respondió amablemente a las preguntas de la prensa que cubría el evento. “Muy bien, muy bien. La comunión te la calificaría de diez”, afirmaba tras ser preguntada por uno de los temas de la semana.

“La verdad que Enrique y Paloma estaban cariñosísimos, relajados, como una familia. Fue muy bonito y muy emotivo”, desvelaba la estilista, confirmando así la magnífica relación que conserva el exmatrimonio tras la reciente firma de los papeles del divorcio. “Después de veintiocho años de relación sería muy extraño que se llevaran mal, ¿no?”, apuntillaba la periodista, asegurando que los dos “son grandes personas y yo los quiero muchísimo”.

Fiona Ferrer confirma que Enrique Ponce cantó en la Comunión

Tras asistir a catequesis con amiguitos de clase, Bianca recibía la eucaristía en solitario y acompañada por personas cercanas a la empresaria y el diestro. Para esta ocasión, la niña vestía un vestido de plumeti y bordados artesanales diseñado por Rosa Clará en colaboración con la madre de la joven. Todo estaba organizado con mimo y al detalle. Incluso la puesta en escena en la que se llevaría a cabo esta liturgia religiosa: un altar vestido con un capote bordado con la virgen de Guadalupe, una imagen de la Inmaculada y presidiendo Jesús Caído.

Una vez que la protagonista del día tomó este sacramento, los asistentes se movieron hasta la zona de la piscina, donde estaban preparadas las mesas redondas engalanadas con flores en las que degustarían la cena. Con el estómago lleno, la familia y sus invitados se arrancaron a bailar en una fiesta que contó con un dj que animó el cotarro con música de todo tipo. Tanto es así que, en un momento de la noche, tal y como suele hacer en eventos de este tipo, el torero se animó a cantar algunos boleros, tal y como ha confirmado Ferrer. “Ponce cantó, cantó muy bien”.