Grandes dinastías: romances, ambiciones y tragedias

CARMEN MARTÍN (EFE) 18/01/2011 13:46

Escándalos, romances, pasiones secretas, ambiciones desmedidas, muertes violentas e incluso asesinatos están presentes en dinastías famosas como los Gucci, los Kennedy, los Onassis, los Rockefeller, los Tiffany, los Trump o los Iglesias.

'Grandes dinastías' (Plaza & Janés) recopila una selección de veinticinco familias que han destacado en el mundo de los negocios, la moda, la política o el séptimo arte y que "tienen como denominador común el haber acumulado grandes cuotas de poder e influencias durante varias generaciones", explica Diego Castrillo, director general de Bio, canal de televisión,

Tratados como si pertenecieran a la realeza, el clan Kennedy ha tenido una carga simbólica y representativa muy importante en la sociedad americana. Sus vivencias políticas, empresariales y personales han llenado durante tres generaciones los titulares de los medios de comunicación por sus proezas y triunfos, pero también por sus escándalos, romances y tragedias.

Como si de una maldición se tratara, tres de los nueve hijos del patriarca Joseph Kennedy murieron violentamente y tres de sus nietos también, entre ellos John-John, hijo del John Fitzgerald Kennedy, quien fuera asesinado a plena luz del día.

Carismático, astuto y capaz de atraer sobre sí mismo tanto la admiración como el rechazo, Aristóteles Onassis, un rey Midas del siglo XX, fue capaz de convertir en oro todo lo que tocaba. En los años cuarenta, este griego se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo.

A pesar de ser bajito, recio y poco agraciado, fueron muchas las mujeres que compartieron cama con él, entre ellas Marilyn Monroe, Greta Garbo o Eva Perón. Se encaprichaba de una mujer y no cesaba hasta conquistarla.

Pese al lujo y a la infinidad de romances que tuvo, este seductor no conoció la verdadera felicidad. La mayoría de las mujeres que mantuvieron relación con Onassis tuvieron una vida y muerte bastante trágica. Dedicó su vida al trabajo y construyó un imperio, imperio que terminó destruyéndole a él y a sus dos hijos, Alexander y Cristina.

La historia de los Gucci, icono italiano de la moda, incluye grandes dosis de locura, una codicia desmedida y una ambición voraz, además del asesinato de Maurizio Gucci, nieto del fundador, que fue tiroteado en plena y por que el se condenó a su ex mujer a 29 años de cárcel.

"Un crimen que hizo correr ríos de tinta, dejó mal parados a los herederos y condujo a una investigación policial extravagante, incluso para los italianos", según se publica en el libro Bio. Durante casi treinta años esta dinastía italiana, que se enfrentó a dieciocho juicios por evasión fiscal, contrabando de divisas, falsificación de documentos y cientos de fraudes, vivió grandes disputas familiares, pasiones secretas y escándalos al igual que los Medici o los Borgia.

El apellido Rockefeller es sinónimo de riqueza, pero también de episodios sangrientos. Gracias a su dinero, esta dinastía estuvo durante más de un siglo a la vanguardia de la industria, las finanzas, la política y la filantropía.

Su historia ha estado salpicada de escándalos, tragedias e incluso episodios sangrientos. La crónica de esta saga, bajo el control masculino y poca influencia de las mujeres en el crecimiento y gestión de la fortuna familiar, es "una auténtica epopeya de varias generaciones marcadas por el despilfarro, una ambición desenfrenada y un orgullo desmedido", se lee en este ensayo.

Tras ganar su primer millón de dólares en los negocios inmobiliarios, Donald Trump, que posee en la sociedad americana una imagen de hombre excéntrico, descarado y atrevido, conquistó un nuevo camino de autopromoción, su verdadera pasión, a través de la televisión con un programa en horario de máxima audiencia, 'The Apprentice'.

Amante del lujo, Donald Trump durante su matrimonio con Ivana, vivía durante la semana en un triplex en lo más alto de la Trump Tower, en Nueva York, mientras que disfrutaba de los fines de semana en su finca, donde poseía una casa de campo con cuarenta y siete habitaciones.

El matrimonio no ocultaba su suntuoso estilo de vida y adquiría ciertos caprichos como yates, compañías aéreas o la mansión Mar-a-Lago con 118 habitaciones, ubicada en Palm Beach. Después de diecisiete años de dulce matrimonio y grandes inversiones que aumentaron los ceros en su cuenta corriente, llegó el divorcio y tras él la agonía del imperio, un imperio que sufrió un revés, pero no llegó a la quiebra.

Con 51 años y separado por segunda vez, Trump retornó al mundo de los negocios con más fuerza. Construyó campos de golf, adquirió los derechos sobre el concurso de Miss Universo y registró edificios emblemáticos en Las Vegas, Dubai o Chicago. Hoy, sus hijos siguen su brillante estela.

De origen humilde, Conrad N. Hilton no lo tuvo nada fácil hasta crear su impero de la nada. Su nombre ha estado unido a cientos de escándalos, al igual que su bisnieta Paris Hilton. Famoso por su gusto por las mujres bellas, vivió una vida insólita y privilegiada. Murió a los 91 años y dejo toda su fortuna a una fundación benéfica. Su hijo Barron impugnó su voluntada y ganó el litigio.

Estos son tan sólo algunos detalles que se descubren en 'Grandes dinastías', libro que profundiza en los aspectos más íntimos, las experiencias más desconocidas y los sentimientos nunca contados de familias como los Dominguín-Bosé, los Thyssen, los Alba, los Chaplin, los Versace, los Tiffany o los Iglesias.