Julianne y Naomi, 'veinteañeras' gracias a Photoshop

RAMÓN PECO 04/02/2011 09:31

Julianne Moore y Naomi Campbell son las últimas víctimas de esa obsesión que consiste en transformar a bellas y maduras mujeres de bandera en malas imitaciones de veinteañeras. Los cincuenta espléndidos años de Moore han sido vapuleados con Photoshop en la última campaña de la firma de moda Talbot. Mientras que la maravillosa cuarentona de ébano ha sido transformada en una muñeca de plástico para la edición británica de GQ.

Muchas de las locuras que cometieron los conquistadores españoles en América estaban motivadas por encontrar la fuente de la eterna juventud. En el mundo de la moda abundan también las aberraciones que se comenten por el ansia de vender burdas promesas de juventud. Bien sea a mujeres, la campaña protagonizada por Moore, o bien sea a hombres, como en la portada de GQ.

En algunos cines aún se proyecta Chloe. Una película que gira completamente en torno a contraponer la belleza madura de Julianne Moore con la perturbadora juventud de una sensual Amanda Seyfried. Es aberrante que uno salga de la sala y se encuentre con una campaña publicitaria en la que la pelirroja aparenta ser más joven que su rubia compañera en la gran pantalla. Semejante metedura de pata sólo se explica porque hace tiempo que algunos creativos perdieron el norte.

La estrategia de rejuvenecer malamente 30 años a una famosa para vender una estereotipada imagen de juventud huele a rancio, da igual que se busque vender botes de cosmética o prendas en una boutique. En la campaña de Talbots se ha querido dar a las fotos un toque artístico usando una paleta de tonos fríos, pero es difícil fijarse en eso. Da demasiado el cante el inhumano rostro de Julianne Moore, en el que no ha quedado ni el recuerdo de sus líneas de expresión.

Lo de Naomi Campbell también es de juzgado de guardia. Es de locos que en GQ vendan una entrevista de la modelo con Putin y un artículo sobre su relación con Chávez -con la supuesta intención de mostrarnos a la mujer que hay detrás del mito- usando una imagen suya en la parece un maniquí modelado por ordenador. A tenor de lo que pudimos ver en sus vacaciones de verano la modelo no necesitaba que le hicieran semejante 'favor'.

Una foto que al igual que la sesión protagonizada por Moore recuerda al irónico reportaje que Craig McDean realizó unos meses a Megan Fox en Interview. En él la actriz se confundía con su doble de plástico. Lo malo es que parece que en Talbot y en GQ no entienden de dobles sentidos, sólo de burdas evidencias.

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