Logo de Belleza

Belleza

Las gotas bronceadoras con 95% de ingredientes naturales con las que parece que has estado en la playa

En cuanto hay dos días seguidos con sol, a todas nos ocurre lo mismo: nos miramos al espejo con ganas de ver ese tono doradito que dice: “sí, he estado al sol, he descansado, he desconectado”. Pero la realidad es que entre oficina, rutinas y demás, la vida te atrapa, y lo más cerca que hemos estado del mar ha sido en el fondo de pantalla del móvil. ¿La solución? Gotas autobronceadoras que hacen magia sin una pizca de sol. Y si hay unas que triunfan por lo naturales que quedan, son las de Clarins. Maravilla en un minifrasco que acompaña a las periodistas de belleza desde hace años.

Si hasta la reina Letizia dice no al sol…

Pasarse 12 horas al sol, vuelta y vuelta, ya no está de moda. Lo sentimos por las nostálgicas del aceite con olor a coco, pero ahora lo que es tendencia es tener la piel sana y protegida. ¿Sabías que el sol envejece la piel más rápido que una mala noche? Las fibras de colágeno se debilitan, la hidratación se esfuma y empiezan a asomar arrugas y manchas como si no hubiera un mañana. Por eso cada vez más mujeres se apuntan al bronceado sin sol. Hasta la reina Letizia (sí, la reina) evita exponerse y tira de autobronceador para tener buen color sin castigar su piel. Esa es la clave del color dorado y bonito que luce todos los veranos durante sus vacaciones en Mallorca.

¿Y lo mejor? Que los autobronceadores de ahora no tienen nada que ver con aquellos que te dejaban tono zanahoria. Ahora, el acabado es sutil, modulable y tan natural que nadie sabrá que el sol no ha tenido nada que ver. Y si no que se lo digan a su majestad, que jamás la hemos visto con esos antiestéticos manchurrones.

Efecto 'glow' sin dramas ni manchas

Estas gotas de Clarins, que se llaman Self Tan Addition Concentré Éclat, son básicamente sol embotellado. Se mezclan con tu crema hidratante de siempre (de día o de noche), y dependiendo del número de gotas que uses, logras un tono más o menos intenso. Dos gotas para un efecto buena cara”, tres si buscas “me he escapado a la playa, pero no lo he contado en redes”.

Sirven para todo tipo de pieles (tanto seca, grasa, mixta como normal) y se aplican sin complicaciones. Solo tienes que poner el frasco boca abajo y presionar la base: cada clic es una gota. Las mezclas con tu crema, lo aplicas bien por el rostro, el cuello y, si te vienes arriba, el escote también.

¿Y qué llevan estas gotas mágicas? Un 95% de ingredientes de origen natural (hola, aloe vera) y cero filtros solares, así que ojo, no sustituyen a tu protector. El objetivo no es freírse, es parecer morena sin castigar la piel. Cuestan 34 euros en la web de la firma, duran una barbaridad y dejan un efecto tan luminoso que te vas a mirar en cada espejo por el que pases.

Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.