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Ana María Ochea, maquilladora profesional, explica si merecen o no la pena las brochas virales de doble punta de TikTok

La maquilladora profesional Ana María Ochea opina sobre las dobles brochas virales
La maquilladora profesional Ana María Ochea opina sobre las dobles brochas virales@anammua4/ Hourglass
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Hay quien colecciona labiales y quien no puede resistirse a un iluminador o una máscara de pestañas para una mirada XXL, pero el último objeto de deseo en los neceseres beauty no tiene nada que ver con el color. Se trata de las brochas de doble punta que no paran de aparecer en el “para ti” de cualquiera que adore el maquillaje. Es, sin lugar a dudas, el nuevo básico de quienes buscan ahorrar espacio sin renunciar a un acabado de maquillaje impecable. Eso sí, lo curioso es que todas estas brochas tienen un denominador común: son muy baratas.

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Que haya una auténtica fiebre en TikTok por estas brochas tiene un origen: la marca de alta gama Hourglass. Su brocha de 78 € (a la venta en Sephora) creada para aplicar los polvos fijadores Veil se ha convertido en un icono. De un lado, una punta biselada perfecta para la ojera; del otro, una cúpula ancha que acaricia todo el rostro. El secreto está en sus cerdas veganas de taklon, suaves como la seda, que reparten el producto de forma uniforme y prometen ese efecto piel aterciopelada que todas queremos. El problema es que pagar casi 80 € por una sola brocha no es precisamente un capricho al alcance de cualquiera.

Brocha de Hourglass, a la venta en Sephora
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Los clones que revoluconan TikTok

La respuesta del low cost no se ha hecho esperar. En SHEIN, un set de 20 brochas dobles cuesta apenas 18€, y cada una cumple una función: aplicar la base, sellar polvos, trabajar el contorno o dar rubor. En Temu, la versión más viral de la brocha de Hourglass (junto con otra más) se consigue por 1,78 €, poco más que lo que cuesta un café en la máquina del trabajo (y cuatro veces menos que uno en una cafetería de especialidad).

Brochas de SHEIN (izquierda) y de Temu (derecha)

Evidentemente, los acabados no son los mismos. Mientras las firmas de lujo apuestan por materiales de precisión y remates cuidados, las versiones low cost replican la estética pero con una duración menor. Aun así, para quienes quieren probar este formato sin gastar demasiado, se han convertido en una alternativa sin parangón.

Eso sí, ni en un extremo ni en otro, hay un término medio. Y son las propuestas de Charlotte Tilbury con una brocha doble de 47 € (para contornear) o Make Up By Mario con la suya, por 37 € (pensada para aplicar base de maquillaje).

Brochas de Make up by Mario y Charlotte Tilbury

La opinión de una maquilladora profesional sobre las brochas dobles baratas

La maquilladora Ana María Ochea no tiene dudas: “Las brochas 'low cost' merecen la pena siempre y cuando las cuides bien”. Y lo explica: “Yo tengo todo tipo de brochas, low cost y de alta gama, y si tienen una calidad decente y las lavas con regularidad y con cuidado, no hay ningún problema”.

Para ella, lo importante no es si son un clon de una firma de lujo, sino la suavidad del pelo y la calidad real del material. “Muchas veces los clones solo tienen la apariencia, no la calidad. Yo me fijaría más en la suavidad del pelo y en cómo están rematadas”, apunta.

Ana María Ochea, la maquilladora profesional, con más de 10 años de experiencia, reconoce que marcas accesibles “como Corazona o Jessup tienen brochas excelentes y que, para un uso personal, invertir demasiado no siempre es necesario”. Eso sí, en un entorno profesional la cosa cambia: “Ahí sí puede ser más importante, porque según la técnica que uses y la brocha que elijas, tendrás un resultado u otro”.

Entonces, si algo nos queda claro es que cumplen su papel, sobre todo si se cuidan. Y como recuerda Ochea, “lo esencial no es que sean un clon de lujo, sino que trabajen bien la piel”.