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Así es la rutina de 'skincare' en 4 pasos de la dermatóloga Ana Molina: “La cosmetorexia nos está devorando”

La rutina en 4 pasos de la dra. Ana Molina, dermatólogaFotomontaje con imágenes de Instagram @dr.anamolina y Pexels
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El tipo de piel y los cuidados que le haya dado condicionan la edad en la que aparecen las primeras arrugas, que suele ser entorno a los 25 o 30 años. No es lo mismo tener la piel seca que grasa, ni haber tomado el sol que haberlo evitado siempre y, por supuesto, haber aplicado o no a diario una rutina adecuada que retrase, en la medida de lo posible, los primeros signos de la edad.

Lo cierto es que para que la piel esté saludable no hay milagros, es imprescindible seguir una rutina de ‘skin care’ completa y adecuada para notar efectos beneficiosos en la piel que se traducen en menos arrugas, más luminosidad y mayor firmeza. Pero llegar a la obsesión por acumular cosméticos no es el camino más adecuado, lo ideal es tener pocos, pero bien elegidos.

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La doctora Ana Molina, Especialista en Dermatología, Tricología y Estética, es muy clara al respecto: “la rutina para hombres y mujeres para prevenir el envejecimiento y que ha demostrado ser eficaz para que la piel esté saludable, es la rutina en 4 pasos”.

¿Qué es exactamente la rutina en 4 pasos?

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La Dra. Molina afirma que actualmente “los que menos cosméticos usan son los dermatólogos, es el mundo al revés, espero que vuelva la cordura pronto, porque la cosmetorexia nos está devorando” El resultado, afirma, es una piel saturada, irritada y sin mejoras reales, porque la piel no necesita cantidad, necesita productos que funcionen y estén bien elegidos. “Menos pasos, más resultados”.

La dermatóloga hace hincapié en que la rutina de ‘skin care’ recomendado por dermatólogos es muy minimalista y está a medio camino entre las llamadas ‘rutinas cavernícolas’, en las que el cuidado facial se abandona por completo, y las coreanas, en las que se exigen al menos 20 pasos. “Una rutina dermatológica siempre tiene 4 pasos: limpieza, hidratación enriquecida con antioxidantes, fotoprotección y transformación”.

La limpieza

La dermatóloga insiste en algo que a estas alturas ya deberíamos haber aprendido, que lo ideal es que la limpieza del rostro se haga por la mañana y por la noche. La limpieza es un paso indispensable para retirar los productos de maquillaje, de combustión, la polución, etc. y no solo porque “la piel limpia tiene un efecto anti-aging, sino porque ayuda a que penetren mejor los activos”.

La hidratación

La hidratación no es solo aportar agua con grasa a la piel, la Dra. recomienda que, ya que te hidratas la piel, que la hidratante lleve algo más “a ser posible antioxidantes: vitamina C, ácido ferúlico, niacinamida,…, porque los antioxidantes ayudan a luchar contra el envejecimiento debido al sol o a la contaminación”

Según la ciencia, la vitamina C es un antioxidante con múltiples beneficios capaz de transformar la piel, aportándole luminosidad y elasticidad, igualando el tono, estimulando la producción de colágeno y disminuyendo las arrugas, además de neutralizar la acción de los radicales libres.

El ácido felúrico es un potente antioxidante con acción despigmentante, neutraliza los daños causados por la exposición a la contaminación y la radiación UV, mejora el tono y la textura de la piel y potencia el efecto de otros antioxidantes como la vitamina C y E.

La niacinamida (vitamina B3 o nicotinamida) es otro antioxidante con función antiglicación de las proteínas, que tiene acción despigmentante, además es eficaz para combatir los signos del envejecimiento causados por los radicales libres como la contaminación, los rayos solares o el frío, calma el enrojecimiento de la piel, la sequedad y el prurito, tiene propiedades sebo reguladoras y antiinflamatorias y aumenta la producción de colágeno.

La fotoprotección

Otra de las conclusiones a las que ha llegado la ciencia, es que la crema de protección solar se debe utilizar a diario y todos los días del año. Ana Molina es clara en este sentido: “Todos los días. Es el mejor anti-manchas, antiarrugas y anticáncer que existe. Sin él, todo lo demás pierde sentido”. Se trata de preservar tu salud con un escudo que evite lesiones peligrosas en la piel y aprovechar sus beneficios antiaging, porque los rayos UV dañan el colágeno y la elastina, provocando la aparición de arrugas y el adelgazamiento de la piel.

El factor de protección solar indica el tiempo máximo que la crema protege a la piel de los rayos UV, eso significa que el SPF adecuado depende del tiempo de exposición, por tanto, no será el mismo para dar un paseo de una hora, que para pasar el día a la interperie.

La transformación

El cuarto imprescindible que hay que incorporar en la rutina, este por la noche, es un cosmético transformador, que, como apunta la dermatóloga, “aquí es donde personalizas: retinol, hidroxiácidos exfoliantes, despigmentantes, etc., según lo que tu piel necesite y se aplica por la noche, cuando más se regenera”.

Los retinoides son un renovador epidérmico que mejora la calidad de la piel que es necesario introducir poco a poco en la rutina para evitar que se irrite. Está reconocido como uno de los mejores activos antienvejecimiento y entre sus propiedades hay que señalar que incrementa la producción de colágeno y eso se traduce en la disminución de las arrugas, la mejora la firmeza y la elasticidad de la piel, la reducción de la hiperpigmentación, mejorando las manchas e igualando el tono y el aumento del intercambio celular reforzando la función barrera y aumentando la hidratación.

En cuanto a la exfoliación, la doctora apunta a que una exfoliación controlada es indispensable para ayudar a la renovación de la piel “para que no le de tiempo a formar tantas manchas y arrugas, además envejece mejor y se ve más bonita”.

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