12 cortes de pelo para mujer que no hace falta peinar ni planchar
Porque no hay nada como apostar por la comodidad, con estas opciones, acertarás seguro
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En lo que al pelo respecta, si hace años se llevaban los peinados muy elaborados, con ondas al agua, o recogidos que requerían de mucha ‘maña’ y destreza, ahora todo lo contrario. Toma protagonismo una estética más libre, honesta y conectada con la vida real. Porque cada vez somos más las que buscamos un corte de pelo que se adapte a nosotras, y no al revés. Uno que respete nuestra textura natural, que nos permita salir de casa sin esfuerzo y que, aun así, nos haga sentir bien. En resumen, un corte que no necesite peinarse… y quede increíble.
Atrás quedaron los días en los que el ‘buen pelo’ era sinónimo de perfección. Hoy, lo bonito es lo que respira, lo que se mueve, lo que revela la forma real del cabello sin forzarla. El ideal de belleza actual se escribe con ondas naturales, capas bien pensadas, rizos sin domesticar y líneas que favorecen sin exigir. Es la era del ‘low maintenance’ -como califican los expertos- con alto impacto, de los cortes que cuidan sin controlar, que realzan sin transformar, que acompañan sin dominar.
Y no hablamos de renunciar al estilo, sino de elegir bien. De apostar por formas y estructuras que eleven tu tipo de pelo, ya sea liso, ondulado, rizado o muy rizado. Cortes que funcionan con el secado al aire, con una pizca de crema texturizante o, a veces, ni eso. Cortes con intención, con carácter y sobre todo, con libertad. Si buscas ideas para inspirar en tu peluquería, ficha los siguientes estilos con los que acertarás seguro.
Cortes de pelo que no hace falta peinar ni planchar
El bob texturizado, por ejemplo, sigue siendo un clásico renovado. Con un largo que baila entre la mandíbula y los hombros, funciona tanto en liso como en ondulado y no exige más que dejarlo secar al aire para lucir perfecto.
Si prefieres algo aún más relajado, el shag vuelve con fuerza. Este corte a capas con aire setentero se lleva ligeramente desordenado, potenciando el movimiento natural y el volumen en la coronilla.
Para las más atrevidas, el pixie largo es una apuesta segura. Con flequillo abierto y contornos suaves, crea un marco precioso para el rostro y permite jugar con la textura sin herramientas de calor. Y si lo tuyo es la comodidad sin renunciar al estilo, tanto el corte ‘bowl’ actualizado —más redondeado y pulido—, como el ‘bixie’ son ideales para las que buscan algo diferente y moderno.
Las melenas largas también encuentran su lugar. Con capas invisibles y desfilados estratégicos, el largo no está reñido con lo práctico. El secreto está en cortar justo donde el pelo toma forma natural, permitiendo que las ondas o los rizos se expresen sin esfuerzo.
Para cabellos rizados o afro, los cortes en forma redondeada o en capas ascendentes no solo respetan el rizo, sino que lo potencian, creando siluetas potentes y muy actuales.
Otro corte que regresa con fuerza es el cub cut, una versión entre el bob y el mullet, ideal para pelos ondulados que quieren volumen sin controlarlo demasiado. También el clavicut desfilado, ligeramente más largo que un bob clásico, que queda impecable incluso tras secarse al natural. Y si hablamos de estilo sin esfuerzo, el corte lob con raya al centro se lleva la medalla: sobrio, elegante, y totalmente low maintenance.
En definitiva, se impone una nueva regla en peluquería: si tienes que domarlo cada mañana, no es tu corte. Porque el lujo ahora está en simplificar, en soltar el control y dejar que el pelo, como la vida, fluya con su propia forma.