Piel

Cómo cuidar las manos para que no envejezcan

Con estos consejos, se verán preciosas
Con estos consejos, se verán preciosas. Cortesía de Brudy Cosmetics
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Nos pasamos la vida buscando la crema perfecta para el rostro, el sérum más potente, el contorno de ojos más milagroso. Sin embargo, hay una parte del cuerpo que suele quedar fuera del radar de belleza: las manos. Y es curioso, porque son precisamente ellas las que más delatan el paso del tiempo.

Y es que no hay duda de que las manos hablan. Hablan de cuántas veces te lavas al día, de cuántos productos tocas, de si usas guantes al fregar o si te acuerdas del protector solar. Pues, con el tiempo, la piel se vuelve más fina, pierde firmeza y aparecen las temidas manchas. Pero más allá de la estética, hay un dato que conviene recordar; la piel de esta zona es especialmente frágil, con menos glándulas sebáceas y menos capacidad para retener agua que otras zonas del cuerpo.

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“Tenemos la costumbre de ponernos crema en la cara, contorno de ojos, sérum, hidratante corporal… pero ¿y las manos?”, plantea Mª Ángeles de Broto, cosmetóloga y fundadora de Brudy Cosmetics. “Curiosamente, son una de las zonas del cuerpo que más sufre y, al mismo tiempo, una de las que menos cuidamos”, añade.

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A lo largo del día, nuestras manos están en contacto constante con el agua, el frío, el calor, el alcohol y los perfumes. Las lavamos una y otra vez, aplicamos geles hidroalcohólicos, limpiamos, cocinamos… y rara vez reparamos el daño que todo eso causa en su piel. El resultado es una piel deshidratada, áspera, con pequeñas grietas y, con el tiempo, signos visibles de envejecimiento prematuro.

La ciencia lo confirma

La ciencia también respalda lo que la experiencia nos dice. Un estudio realizado publicado en Skin Research & Technology (2020), revisó cómo cambia la piel de las manos en mujeres coreanas de entre 20 y 60 años y desarrolló una nueva escala de evaluación para el “envejecimiento de la mano”. Sus conclusiones fueron claras. Con los años, la piel pierde firmeza, el tono se vuelve desigual y las arrugas se hacen más visibles. En definitiva, envejecen tanto como el rostro, pero con mucha menos atención por nuestra parte.

“Cuidar las manos no es solo una cuestión estética, sino una necesidad”, explica de Broto. “La piel de esta zona es fina, tiene menos glándulas sebáceas y pierde agua con facilidad, lo que la hace especialmente vulnerable.” Por eso, incorporar una crema específica para manos debería ser un paso más de la rutina diaria, igual de importante que el hidratante facial o el protector solar.

Un gesto pequeño con un gran impacto

En este sentido, Brudy Cosmetics propone una solución diferente. “Nuestra crema de manos no solo hidrata y nutre intensamente, sino que incorpora DHA Algatrium, una molécula capaz de reducir el envejecimiento celular hasta un 71%”, afirma su fundadora. “Esto significa que, además de suavizar y reparar, ayuda a regenerar la piel desde el interior, combatiendo el daño causado por el estrés oxidativo y el paso del tiempo.” El gesto es sencillo, casi simbólico, pero poderoso: aplicar crema a diario, especialmente después de lavarse las manos o antes de dormir. “Hidrata, repara y protege, devolviendo a la piel su elasticidad y su luminosidad natural”, subraya la experta.

Al final, cuidar las manos no es una cuestión de vanidad, sino de coherencia con nuestra rutina de belleza. Son ellas las que más trabajan y las que más merecen un respiro. Y si queremos que sigan siendo una extensión de nuestra juventud, no hay excusa: un minuto de hidratación puede hacer mucho más de lo que imaginas.

Los trucos infalibles para lucir unas manos bonitas

Y para terminar, una pequeña guía práctica para lucir unas manos cuidadas, ya que, al contrario de lo que muchas piensan, no hace falta una rutina complicada, sino constancia (además de una buena hidratante como ya hemos explicado).

  • Lo primero es lavarlas con jabones suaves y secarlas sin frotar con fuerza, ya que la fricción puede irritar la piel. Después, conviene aplicar crema hidratante cada vez que se laven, para reponer el agua y los lípidos que se pierden durante el día.
  • Una o dos veces por semana es recomendable exfoliarlas con un producto suave —o incluso con una mezcla casera de azúcar y aceite para eliminar células muertas y mejorar la absorción de los tratamientos posteriores.
  • También es importante aplicar protector solar en el dorso de las manos, especialmente si se pasa tiempo al aire libre, ya que el sol es uno de los mayores responsables de las manchas y el envejecimiento cutáneo.

Y, por último, no hay que olvidar los gestos cotidianos: usar guantes para limpiar, evitar geles agresivos y optar por agua tibia en lugar de caliente. Son pequeños hábitos que, sumados, mantienen las manos jóvenes, suaves y luminosas por más tiempo.